Políticas
30/4/2019
El paro se hizo sentir, a pesar de la burocracia y los ataques del gobierno
El sindicalismo combativo paró y se movilizó.

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Como expresión del rechazo popular a las políticas de ajuste del gobierno, la jornada de paro y movilización de hoy alcanzó una adhesión y convocatoria mayor de la esperada, a pesar del carácter parcial y aislado del paro (y en muchos lugares de trabajo, sin claridad sobre su modalidad) convocado por el Frente Sindical por un Modelo Nacional (el moyanismo, la Corriente Federal y Smata, entre otros) y las CTA.
La medida se notó en la Ciudad de Buenos Aires con el parate de los subtes, universidades, bancos y aeroparque, y también se expresó con fuerza en los hospitales –que funcionaron de forma parcial-, los organismos públicos (entre ellos el INTI) y la recolección de basura. Se destacó particularmente el paro de 80 líneas de colectivos de capital y el conurbano, contra la burocracia de Roberto Fernández (UTA), que convocó a “no trabajar” el 1° de mayo. Hubo acciones de importancia en numerosos puntos del país, incluida una movilización de 10 mil personas en Chaco, donde acaba de producirse una rebelión docente, y en Córdoba, donde el paro y la marcha tuvieron impacto entre los trabajadores automotrices, Luz y Fuerza, docentes y otros gremios.
A pesar de las limitaciones de la convocatoria, el paro se hizo sentir. Fue una réplica rotunda a los intentos del gobierno de neutralizar el paro apelando a conciliaciones obligatorias, multas y provocaciones de Patricia Bullrich. A los ataques a la medida por parte de Macri –expresados en un acto oficial- se sumaron los medios oficialistas, y hubo represión a manifestantes y más de 30 detenciones.
También fue una respuesta a la política entreguista de la CGT, que después de la marchita del 4 de abril junto a las patronales, ha regresado a cuarteles de invierno.
El acto pejotista
La burocracia sindical convocante realizó su acto al mediodía en Plaza de Mayo, en donde peroraron sobre la posibilidad de nuevas medidas, sin definir ninguna –patearon la decisión
. La orientación de los oradores fue la de encolumnar el rechazo popular al gobierno en un revelo electoral, en octubre, por parte del peronismo, cuando cada día que pasa sus referentes –desde Lavagna a CFK– se esfuerzan más y más en mostrarse como garantes del acuerdo con el FMI y el pago de la deuda.
En sintonía con esa política colonial, Pablo Moyano señaló que “hoy nos pasan imágenes de Venezuela y vamos a ese camino”, haciéndose eco de la propaganda golpista. Pablo Micheli, de ATE, sostuvo en su discurso que “hay que ayudar a que Cristina llegue a presidenta”.
Sobre la burocracia de la CGT, que se negó a parar y hace el bochorno de “llamar” a paro en el feriado del 1°, Sergio Palazzo (de Bancarios) se limitó a pedirle que “recapacite”.
El sindicalismo combativo
El Plenario del Sindicalismo Combativo y los partidos del Frente de Izquierda participaron en la jornada con una columna independiente, denunciando el colaboracionismo de la CGT y los objetivos de “descomprensión” de los convocantes, y reclamando un paro activo nacional de 36 horas y un plan de lucha en continuidad hacia la huelga general, para quebrar el ajuste del FMI, Macri y los gobernadores.
Se destacó allí la participación de los trabajadores del neumático, que están en paritarias y se sumaron con fuerza al paro bajo el impulso del Sutna; de la docencia universitaria nucleada en la AGD-UBA, que ratificó en sus asambleas los planteos del PSC y que el próximo 2 de mayo debatirá con las otras seccionales de Conadu Histórica la construcción de un gran paro por el salario; del Polo Obrero y las organizaciones de desocupados; de los docentes de los Suteba combativos y Ademys; de los trabajadores del Hospital Italiano, entre otras.
Ligando la necesidad de una lucha a fondo contra el ajuste con la de una salida de los trabajadores a la crisis nacional, el PSC y el FIT se movilizaron y realizaron a media tarde su acto en Plaza de Mayo, para conmemorar de manera anticipada el Día Internacional de los Trabajadores.