Políticas

28/5/2015|1365

El Partido Obrero presentó sus listas en Tierra del Fuego

Candidato a concejal por Ushuaia


La característica política de esta provincia es su inestabilidad y la descomposición de las tradiciones políticas entre la población, lo que se combina con una cantidad pocas veces vista de agrupamientos. Es decir, un proceso agudo de disgregación política.


 


El oficialismo provincial de Fabiana Ríos llegó como socialista, pero luego se asoció al FpV y llega al final de su segundo mandato en retirada, después de procesar y perseguir a docentes, así como otros trabajadores por los conflictos de los últimos años.


 


Como la clase obrera tiene una presencia muy definida y una importante historia de luchas fabriles y estatales, una parte de la política local pasa por los partidos que han ido generando las diferentes burocracias sindicales. Estos partidos no son por su naturaleza partidos obreros, pero cuentan con una importante base de apoyo en el activismo sindical que sigue a esas burocracias y, en parte, forma sus aparatos.


 


El más importante de estos partidos es el Movimiento Solidario y Popular, del diputado nacional Martínez, quien es, a su vez, secretario general de la UOM. Martínez combina su acercamiento con el gobierno nacional, con discursos combativos y con la firma de los convenios entre la UOM y la Afarte, que han establecido en Tierra del Fuego una flexibilización laboral extrema como no se registra para el empleo fabril en ningún otro lugar del país. Concretamente, la contratación temporaria (mensual) es la regla. Las plantas, a su vez, tercerizan a los trabajadores en varias empresas dentro de la misma planta de modo que muchos trabajadores pasan años y años rotando de empresa, sin acumular la antigüedad para salir del trabajo precario. Con estos antecedentes han formado un “Frente de Trabajadores”, junto a sindicatos del vestido, televisión, ATE y otros.


 


Mientras los candidatos patronales, e incluso este Frente de Trabajadores, discuten cuestiones cosméticas casi sin profundizar el debate, el Partido Obrero se planta ante la precarización y flexibilización laboral que hay en la provincia.


 


El pasado diciembre más de tres mil metalúrgicos habían quedado en la calle, producto de los contratos basura, fue ahí donde impulsamos en la ciudad de Río Grande, junto al movimiento independiente de precarizados, el proyecto de prohibición de despidos y suspensiones, hoy cajoneado, tanto por el oficialismo como por los K y la UCR.


 


Es hora de que el pueblo trabajador de la provincia más austral tenga una organización política que los represente; una organización que canalice los reclamos por un sueldo igual al costo de la canasta familiar, que hoy en la provincia no baja de 18 mil pesos; que luche por acabar con la precarización laboral y los contratos basura; una alternativa que luche por un plan de viviendas populares y termine con la especulación inmobiliaria en las dos ciudades grandes donde el precio de un alquiler no baja de los 5 mil pesos; una alternativa que cuando entre en la Legislatura, baje los sueldos de lujo que tienen hoy los diputados (rondando en casi 70 mil pesos), una organización que, en última instancia, defienda los intereses de la clase trabajadora.


 


Las listas del PO para la Legislatura y los concejos de Grande y Ushuaia incluyen a una nueva generación de los trabajadores que se levanta, son compañeros fabriles, empleados públicos, docentes, portuarios y trabajadores precarizados de varios sectores.


 


El joven Partido Obrero de la isla lucha por el ingreso a la Legislatura y los concejos para fortalecer los reclamos de los trabajadores y transformar esas bancas en una rueda auxiliar de la acción de la clase trabajadora enarbolando un programa político de independencia de clase.