El sábado 26 de abril se realizó la ‘autoconvocatoria por la unidad de la izquierda’, convocada, en realidad, por el Partido Comunista. Concurrieron unas cuarenta personas, en su mayoría dirigentes de los partidos o grupos invitados: Orientación Socialista, Pueblo Unido (La Pampa), Convocatoria “Agustín Tosco”, Movimiento Social Porteño, un sector del PSD, el MST, el PH y el PO. También asistieron Atilio Borón, Ernesto Goldar y algunos independientes. En su mayoría, ex-integrantes del Frente Grande y del Frente del Sur.

En el curso de la reunión, cada corriente estableció su punto de vista sobre la situación política y la cuestión de la unidad de la izquierda, pero no hubo un debate posterior. Un denominador común de las intervenciones fueron los ‘balances críticos’ y ‘autocríticos’ de anteriores experiencias frentistas (“peleas por candidaturas de quinto y sexto rango, rupturas de los frentes apenas pasaban las elecciones”). Nadie consideró, sin embargo, el contenido y la estrategia política de esas experiencias frentistas, que es la razón, precisamente, para que luego se produzcan disputas sin principios por las candidaturas. La mayoría de los panelistas coincidieron, también, en colocar al Frepaso como tránsito obligado en el desarrollo político de las masas. “Tenemos que discutir qué alternativa construimos cuando las masas se desilusionen del Frepaso”, señaló Borón. “Hay una tendencia al crecimiento del conflicto —dijo Echegaray— pero es el Frepaso quien va a capitalizar políticamente esas luchas”.

En la última intervención de la autoconvocatoria, Echegaray trazó la política electoral del PC: dijo que “el camino electoral” (para la unidad de la izquierda) era “el más traumático”. Llamó a “jerarquizar la construcción de una alternativa por encima de la coyuntura electoral” para “poder terciar electoralmente en el 99”. A renglón seguido, propuso como conclusión del encuentro “un nuevo encuentro” para el 14 y 15 de junio, la realización de “reuniones nacionales sistemáticas para discutir el carácter de la alternativa”, y la formación de una”comisión de enlace que organice este debate”.

En el encuentro hubo numerosas críticas a la ‘unidad electoral’, pero nadie llamó a la ‘unidad en la lucha’ —expresada en el acto del 1º de Mayo. La conclusión es que se le dio la espalda a cualquier lucha organizada, sea electoral o no electoral.

¿Adónde va el Partido Comunista el 1º de Mayo?

Los partidos de izquierda que convocan para el acto del 1º de Mayo en la Plaza de Mayo, no se han caracterizado por una intensa movilización de fuerzas. Llegaron al extremo, incluso, de no difundir en volantes la declaración conjunta que aprobaron hace tres semanas y que el Partido Obrero imprimió en 250.000 ejemplares.

Pero el partido comunista ha superado a todos, porque sin el menor desparpajo ha llamado a concurrir a tres actos diferentes en un mismo radio geográfico: la Plaza, otro de la CTA en Congreso y un tercero de la CTA bonaerense en plaza Alsina. Con esta política no llevará a nadie a ningún lado, pero seguirá hablando de unidad y de la necesidad del acuerdo ‘permanente’. ¿Pero con quién?