Políticas

19/10/2022

Editorial

“El peronismo está hecho mierda”

Conclusión del 17 de octubre.

Cuatro actos el 17 de octubre

Cuando concluyó el alegato del fiscal Diego Luciani contra Cristina Kirchner el peronismo en general y el kirchnerismo en particular anunciaron que responderían con un acto masivo del 17 de octubre para rechazar en la calle el pedido de condena contra la vicepresidenta de la Nación. Luego del atentado fallido contra Cristina Fernández de Kirchner reforzaron la convocatoria, advirtiendo que había una conexión entre el intento de magnicidio y el pedido de condena. Sin embargo, nada de eso sucedió. Lejos de un acto masivo y unitario del peronismo, el 17 de octubre mostró una división creciente no solo del Partido Justicialista sino también del gobierno nacional que fue criticado por distintos sectores que son parte del oficialismo. La descomposición alcanzó tal nivel que en un país donde los políticos patronales se desviven por un cargo en el Estado, nadie quiere ser ministro o ministra del gobierno. A las renuncias sucedidas en los últimos días en las carteras de Trabajo, Desarrollo Social y en el Ministerio de la Mujer, ahora se anuncia que se irá a fin de año el jefe de gabinete Manzur que buscará refugiarse en Tucumán. Así, crisis mediante, pasamos del gobierno del Frente de Todos al gobierno de nadie.

La división del oficialismo en varios actos del 17 de octubre es el resultado de la crisis de fondo del gobierno, que desde su asunción no ha hecho otra cosa que incrementar la pobreza, la indigencia, la reducción de los salarios, de las jubilaciones y la precarización laboral. Un gobierno que asumió prometiendo que dejaría atrás la política de endeudamiento del macrismo terminó agravando el hipotecamiento del país y la subordinación al FMI. Quien sacó todas las conclusiones de esta verdadera catástrofe fue el inefable Luis Barrionuevo, quien sin sutilezas sentenció que “el peronismo está hecho mierda”. El valor de la caracterización radica en mostrar que la crisis actual tiene un alcance que va más allá de lo coyuntural y echa sus raíces en el retroceso irreversible del peronismo como movimiento popular en la Argentina.

De espaldas a los trabajadores

Las declaraciones altisonantes de Barrionuevo tienen más tela para cortar. Sucede que luego de admitir que “el peronismo está hecho mierda” defendió la aplicación de la reforma laboral que reclaman los capitalistas mediante la modificación de los convenios colectivos de trabajo. Pero ¿no será, acaso, que el estado ruinoso del peronismo se deba a que sus dirigentes defienden y aplican las reformas laborales contra los trabajadores? Sería injusto pedirle tanta sinceridad a Barrionuevo. Después de todo sus dichos reiteran los que otros burócratas sindicales vienen diciendo y haciendo en consonancia con los reclamos de la clase capitalista. El presidente del Coloquio de Idea y de la automotriz Toyota, Daniel Herrero, se expresó en el mismo sentido, señalando que la reforma laboral de la que tanto se habla se está haciendo en cada rama de la industria mediante la introducción de cláusulas de flexibilidad en los convenios colectivos de trabajo. Puso como ejemplo su propia empresa, donde la dirección del Smata se avino a aceptar la flexibilidad laboral a cambio de la promesa de más puestos de trabajo. Para que no haya dudas al respecto, el secretario general del Smata, Ricardo Pignanelli, fue invitado estrella al Coloquio de Idea y no defraudó a los empresarios presentes cuando señaló que “no había que exigir aumentos salariales que las empresas no pueden pagar”. Acá también sin sutilezas, la frase fue saludada por los empresarios porque sin disimulos fue una crítica a la gran lucha del Sutna. Sin embargo, la lucha de los trabajadores del neumático mostró lo contrario: que las empresas mienten cuando dicen que no pueden afrontar los reclamos de aumentos salariales formulados por los trabajadores y que si se lucha en serio se pueden obtener conquistar reales, como ser una cláusula que asegure una paritaria 10 puntos por encima de la inflación.

Lo ocurrido en el Coloquio de Idea y los actos del 17 de octubre tiene más relaciones de lo que parece a simple vista. Si la cuestión de la lucha del Sutna recorrió al encuentro empresarial, estuvo ausente por completo en los actos convocados por el peronismo en todas sus variantes. Y esto vale no solo para el que hicieron los “gordos” de la CGT en Obras Sanitarias sino también para el acto kirchnerista de Plaza de Mayo. Llamativamente junto a Máximo Kirchner hizo uso de la palabra Mario Manrique, el secretario adjunto del Smata que habló en lugar de Pablo Moyano. Así la burocracia del Smata se desdoblaba, poniendo una pata en el Coloquio de Idea y otra en Plaza de Mayo con La Cámpora. Se demuestra la malicia de quienes le adjudicaron a ese acto levantar planteos contrarios al empresariado. Al contrario, sirvió para dejar en claro que ni La Cámpora ni los burócratas sindicales que orbitan en torno a Cristina Kirchner piensan realmente en defender los reclamos obreros más sentidos. Hasta los Baradel y Yasky presentes en el escenario venían de fotografiarse con el embajador de los EEUU. Es lo que el “Cuervo” Larroque llama “generar las condiciones” para que Cristina pueda ser presidenta.

Palomas y halcones

Las declaraciones del presidente de Toyota permiten entender mejor la situación política del país. Bien visto, mostró que aunque buena parte del arco político patronal evoluciona abiertamente a la derecha y levanta directamente planteos reaccionarios y represivos, que los llevan a sacarse fotos con los hijos de Bolsonaro, la clase capitalista no renuncia a buscar entendimientos con la burocracia sindical para aplicar una política de contención de los trabajadores que les permita a un costo más bajo desvalorizar la fuerza de trabajo y eliminar conquistar históricas de los trabajadores plasmadas en los convenios colectivos. Cuando se observa la interna de Juntos por el Cambio, que hoy es la principal alternativa de la clase capitalista para reemplazar al “peronismo hecho mierda”, queda en evidencia este debate sobre estrategia política. El planteo de Larreta de un gobierno de coalición que reúna al 70% del arco político, o sea al peronismo, va en línea con el planteo formulado por amplios sectores empresariales en el Coloquio de Idea.

Esta conclusión debe ser tenida en cuenta en el campo de la izquierda y de los trabajadores, para combatir el error inducido de presentar un escenario copado por un fascismo en ascenso y de ahí deducir que no queda otra que apoyar al mal menor en el campo de la política patronal. La experiencia de Brasil debe ser por eso incorporada en el análisis. La candidatura de Lula está siendo sostenida por la inmensa mayoría de la clase capitalista brasileña y también por Biden y las principales potencias imperialistas. La carta fascista es muy arriesgada para los capitalistas y no la piensan jugar cuando todavía la democracia burguesa tiene mucho para darles.

Por un movimiento popular con banderas socialistas

La crisis del peronismo que quedó expuesta el 17 de octubre tiene, como ya señalamos, un carácter histórico. Va mucho más allá de los problemas de gestión del gobierno o de divisiones circunstanciales. La atadura al FMI y los planes de ajuste que este dicta y que el gobierno acepta está impactando en la base popular del peronismo y provocarán con seguridad desplazamientos y transformaciones en la conciencia de los trabajadores. La tentativa del kirchnerismo para contener esas rupturas y desplazamientos choca con los intereses sociales reales que defiende en tanto fuerza política capitalista. Uno de sus máximos dirigentes, el ministro del Interior Wado de Pedro, acaba de encabezar una delegación de gobernadores del PJ y Juntos por el Cambio por EE.UU. para promover la entrega del litio, del oro y de otros minerales a los monopolios internacionales. Bien visto, esa gira vale más que mil actos en Plaza de Mayo.

La izquierda debe tomar nota de esta situación y sacar todas las conclusiones. De lo que se trata es de valerse de esta crisis para formular un planteo de superación del peronismo, poniendo en pie un movimiento popular con banderas socialistas. Esto requiere reforzar un trabajo de organización del pueblo, tanto en los sindicatos, en las barriadas populares y entre las mujeres y la juventud. En función de este objetivo es que el Partido Obrero realizará un acto central en Plaza de Mayo el 29 de octubre y actos masivos en la mayoría de las provincias del país. Colocaremos a debate qué Frente de Izquierda necesitamos para avanzar en esta tarea, que es la decisiva para quienes luchamos por un gobierno de los trabajadores y el socialismo.