El presidente Javier Milei puso uno de los focos de su intervención en su discurso de asunción en la denuncia de que “el gobierno saliente nos dejó plantada una híper”, en relación a los desmanejos económicos gestados durante años, incluso bajo el macrismo. El plan de devaluaciones, tarifazos y liberación económica de Milei es aún más inflacionario que la política de sus predecesores: algo que apunta a licuar los bolsillos de los trabajadores, con un ajuste que se proclama a viva voz.

Para su propósito de justificar el ajuste que se viene, Milei parte de anunciar un escenario caótico, señalando que el gobierno anterior deja “una inflación plantada del 15.000% anual”. Pero el camino del referente “liberal” no es el de hacerle pagar esa factura a la “casta política” –como se ha cansado de anunciar en su campaña-, sino una política inflacionaria contra los trabajadores.

El gobierno de Milei apunta entre sus principales ejes a una devaluación mayor de la moneda nacional, combinada con la apertura indiscriminada de las exportaciones, el final de toda política de “control de precios” y la eliminación de los subsidios sin afectar a los capitalistas, lo que implica el traslado de las subas a los bolsillos obreros y populares.

El ajuste lo iba a hacer la política. Pero Milei ahora nos dice que caerá el empleo, el consumo y los salarios. Entonces el ajuste lo pagarán los trabajadores mientras la casta seguirá en el gobierno.

— Gabriel Solano (@Solanopo) December 10, 2023

Sabiendo el efecto inmediato que tendrán estas medidas, el propio Milei adjudica a la herencia el un salto inflacionario que prevé para este y los próximos meses por encima del 20% mensual.

La devaluación del peso para llegar a un primer dólar oficial alrededor de los $650 no solo implica una desvalorización inmediata y general de los ingresos salariales y populares, sino que será combinada con una mayor apertura a las exportaciones, eliminando los cupos de exportación, poniendo en riesgo el abastecimiento del mercado interno, y los fideicomisos –trigo, girasol- que “amortiguan” el traslado de los precios internacionales a la mesa de las familias trabajadoras. A esto cabe agregarles otros factores que recalientan este plato inflacionario, como la eliminación o rebaja de las retenciones a la soja, maíz, trigo, carne y lácteos, lo que tiende a equiparar los precios del mercado interno con el externo, y la capacidad económica de consumo de la población.

La combinación de estas medidas garantiza un negocio millonario para los exportadores y un salto mayor en la inflación, con la internacionalización de los precios de los principales alimentos que se consumen en el país.

Con la devaluación también vendrá la tan anunciada eliminación de subsidios que, en términos del actual gobierno, significará vía libre para las petroleras, energéticas y concesionaras de servicios públicos (distribución eléctrica, gas, transporte, etc.) para fijar tarifas libres. Para el caso de los combustibles, el gobierno no solo llevará el precio a referencia a nivel internacional sino que pondrá la privatización de YPF al frente de esta política de aumentos.

Lo mismo que ocurrirá con otros servicios “regulados”, como salud, educación privada, telecomunicaciones, etc. O con los combustibles, cuyas subas, a su vez, impactarán sobre toda la cadena de valor de bienes y servicios.

Lo único que no está previsto que aumenten son los salarios, jubilaciones e ingresos de los trabajadores precarizados y desocupados: el concepto de “estanflación”, al cual remite Milei, es justamente inflación con recesión económica y ajuste.

Milei hizo bandera de sus recetas económicas para parar la inflación, pero ahora viene con un plan de gobierno inflacionario contra los trabajadores, adelantando que por la “herencia recibida” tendremos al menos 18 meses más de este plato antiobrero: no tiene vergüenza.

El plan de Milei amenaza con destruir los salarios, jubilaciones e ingresos populares. Hay que evitar que esta política de consume, organizando la respuesta organizada de trabajadores ocupados y desocupados. Lo que tendrá su primera cita en la jornada convocada el 20 de diciembre por el Frente De Lucha Piquetero, el sindicalismo combativo, la izquierda y los trabajadores.

https://prensaobrera.com/politicas/milei-planteo-un-chantaje-para-imponer-un-ajuste-que-no-va-a-pagar-la-politica-sino-los-trabajadores

https://prensaobrera.com/politicas/los-primeros-pasos-del-gobierno-de-la-motosierra