El Iapg (Instituto Argentino del Petróleo y del Gas) se autodefine como una “asociación civil sin fines de lucro que genera, planifica y desarrolla estudios y análisis de todas las actividades vinculadas a las industrias de los hidrocarburos”, que “está integrado por casi la totalidad de las empresas relacionadas con la industria del petróleo y del gas que desarrollan sus actividades en la Argentina, nacionales y extranjeras”. Incluso cuenta con una filial en Houston, que tiene entre sus “sponsor corporativos” a Shell, Exxon Mobil, Total, Tenaris, PAE, Pluspetrol, etc. Por lo tanto, el Iapg es un vocero calificado del gran capital energético nacional y extranjero.

En su reciente discurso por el día del petróleo, ante la secretaria de Energía de Nación, Flavia Royón, los ministros del área de Neuquén y Chubut, y los CEOs de las principales empresas que operan en el país, el presidente de Iapg, Ernesto López Anadón, llamó a abandonar la política del autoabastecimiento (lo definió como “historia antigua”), para convertir la industria hidrocarburífera en “un enorme proyecto exportador”. Y para ello postuló “un desarrollo intensivo y sin límites de estos abundantes recursos”.

Clarito y brutal, sin pelos en la lengua. Sin la sanata de la “soberanía energética”, habló descarnadamente de lo que pretende el gran capital ante cualquier desarrollo intensivo de Vaca Muerta… y no solo de Vaca Muerta, sino que reivindicó especialmente la explotación “off shore”.

Libertad de exportación y otras liberalidades

El lobbista de las petroleras afirmó que “no se necesita mucho: libertad de exportación, porque la exportación debe ser nuestro norte, y por supuesto libre disponibilidad de divisas”. En pocas palabras, reclamó libertad de saqueo al país contra las necesidades energéticas populares y el desarrollo productivo. .

Ningún funcionario lo contradijo, ni siquiera para aparentar alguna disidencia con semejante planteo antipopular y antinacional; lo cual es coherente, porque el gobierno nacional y los de las provincias de la Ofephi comparten plenamente sus exigencias.

El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, representado en el acto del día del petróleo por su ministro de Energía y Recursos Naturales, Alejandro Monteiro, es un ferviente impulsor de una creciente exportación de los hidrocarburos de Vaca Muerta.

De hecho, mes a mes, aumenta la producción con origen en Neuquén que se exporta. Durante el pasado mes de octubre se exportó el récord absoluto de casi cuatro millones de barriles, a un precio promedio de 78 dólares el barril.

Las petroleras ya se han repartido el cupo de exportación de la ampliación del oleoducto que lleva el petróleo desde Neuquén hasta el puerto que está en las cercanías de Bahía Blanca. Con una nueva ampliación respecto a la proyectada, será de 50.000 metros cúbicos la capacidad de transporte del nuevo caño (más de 9 millones de barriles por mes), con YPF y Chevron monopolizando el 50% de dicha ampliación.

De tal manera que entre el “viejo” y el nuevo caño se estará en condiciones de colocar en el puerto más de 90.000 metros cúbicos diarios (más de 16 millones de barriles mensuales). Con libre disponibilidad de divisas, como reclamó el presidente de Iapg, al precio actual del barril, que ronda los 80 dólares, se fugarán divisas por miles de millones de dólares.

Este es el plan de saqueo de Vaca Muerta. Y los dólares que no sean de libre disponibilidad de la empresa exportadora terminarán en las arcas del FMI y sus intereses usurarios, y en el pago de la fraudulenta deuda externa.

Sin expropiación y estatización bajo control obrero de toda la industria energética, una mayor producción y exportación solo agigantará el saqueo.