El PO ante las cinco centrales obreras: “El único lobby que aceptamos es el de la mayoría trabajadora nacional”

Los 40 dirigentes de las cinco centrales que desembarcaron en Diputados podrían haber decretado allí mismo un paro en el que no volaría ni una mosca. Sin embargo, se reunieron para evitarlo, al menos por ahora. La convocatoria massista original -el salario no es ganancia- sufrió un desborde sorprendente: todos, sin excepción, marcaron un diagnóstico explosivo, desde despidos hasta el protocolo, colocando una agenda obrera completa


Los 40 dirigentes de las cinco centrales que desembarcaron en Diputados podrían haber decretado allí mismo un paro en el que no volaría ni una mosca. Sin embargo, se reunieron para evitarlo, al menos por ahora. La convocatoria massista original -el salario no es ganancia- sufrió un desborde sorprendente: todos, sin excepción, marcaron un diagnóstico explosivo, desde despidos hasta el protocolo, colocando una agenda obrera completa.


 


Eso sí, para el debate parlamentario, donde normalmente mueren las reivindicaciones obreras. Como anécdota, hay que señalar que Graciela Camaño y Massa le dieron la presidencia de la reunión a la monodiputada del GEN, Stolbitzer, única voz en tres horas que intentó salvar al gobierno por su ausencia.


 


Pitrola, orador de “los diputados de extracción sindical” del PO, habló también “en nombre de Soledad Sosa, protagonista a esa hora de un enorme plenario de delegados y sindicatos de las cuatro centrales de Mendoza, con idéntico temario que esta reunión”, pero con otros fines: parar la provincia.


“No podíamos faltar cuando los representantes de las cinco centrales vienen al Congreso a plantear reivindicaciones vitales del movimiento obrero.


 


Como bancada obrera y socialista, el único lobby que aceptamos es el de la mayoría trabajadora nacional -aunque por ahora el ‘otro lobby’ gana por goleada”, arrancó Pitrola, en un discurso muy comentado, según contaron periodistas presentes (se puede ver en la web del Partido Obrero).


 


El PO se presentó con una declaración que repartió Néstor Pitrola en mano a cada secretario general (ver aparte), y un dossier con cinco proyectos de ley de los diputados del PO que promovemos en todos los parlamentos del país para reforzar la lucha de la clase obrera: prohibición de despidos y reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, abolición de ganancias en salarios de convenio, 82% móvil, pase a planta de precarizados y tercerizados y blanqueo laboral. La “panfleteada”, según palabras de Omar Plaini, impactó: Barrionuevo ojeó el cuadernillo y al hablar, después de Moyano, señaló: “estoy viendo los proyectos de Pitrola, los firmo ya”.


 


Pitrola marcó de entrada lo que estaba en juego para el movimiento obrero argentino, señalando que “a unos pasos, en el Senado”, se estaba votando “el leonino pacto con los buitres”, cuya contracara es “el fenomenal ajuste en marcha que ustedes han descripto”. En este punto, Moyano, al cierre, polemizó con Pitrola, considerando que en el cuadro actual el pacto buitre constituye “un mal menor”.


 


En sintonía con la carta llevada a las centrales, Pitrola destacó que va a ser el movimiento obrero con un plan de lucha el que va a “derrotar el ajuste y a arrancar todas las reivindicaciones que acá se debatieron”. En este punto, destacó que si se estaba discutiendo hoy ganancias, era por la realización de “tres paros formidables del movimiento obrero que lo metieron en la agenda y obligaron a una demagogia electoral sobre el punto”. Dijo que por ese motivo “no hay que dejar pasar la oportunidad e ir ahora a fondo y terminar con ganancias en los salarios de convenio y sobre las jubilaciones”, mencionando que nuestro proyecto plantea la abolición al igual que la Asociación Bancaria, que así lo había expresado.


 


Pitrola polemizó indirectamente con el resto de los diputados y las centrales que buscan un consenso para establecer un nuevo Mínimo No Imponible: “es un engañapichanga, ahora mismo hay 200 mil trabajadores más que pagan ganancias antes de paritarias”. En el terreno de los despidos, marcó que “se deben prohibir en forma inmediata por un año y repartir las horas de trabajo disponibles sin afectar el salario, como dice nuestro proyecto. Es un concepto de fondo para ver quién paga la crisis, si los trabajadores o el capital”, marcó. Agregó también a la agenda el 82% móvil y un aumento de emergencia (tomando un reclamo de la mayoría de los sindicatos presentes), además del blanqueo laboral y el pase a planta.


 


Pero nuestra intervención produjo un giro en el debate cuando Pitrola propuso una sesión especial que nadie había mencionado hasta ahí: “En la crisis de 2014 por despidos y ganancias reunimos 104 diputados en cuatro sesiones especiales, hoy aquí, somos quórum y mayoría, pongamos lo que hay que poner sobre la mesa y llamemos a una sesión especial para tratar en forma urgente el tema de los despidos, ganancias y la depresión en los salarios y jubilaciones”. Otros oradores tomaron el planteo, entre ellos Caló, que calculó en 150 diputados los bloques participantes.


 


Pero al cierre, Massa condicionó todo al tratamiento en comisiones y en “consenso” con Cambiemos -es decir mandó el tema a las calendas. Moyano en el cierre, elípticamente, respondió otro planteo de Pitrola: “claro que es grave que no esté aquí Cambiemos, han producido una foto con el movimiento obrero en la oposición, y objetivamente está en la oposición porque es la víctima central del ajuste”. El camionero indicó el “grave error táctico del gobierno de no venir a escuchar”.


 


Cualquiera que participó sintió que una enorme crisis social y política está en marcha en el país. El PO culminó planteando que nuestra acción parlamentaria es para contribuir a la victoria del movimiento obrero contra el ajuste.