Políticas

27/10/1999|647

El PO, desde Formosa

Formosa es una de las provincias más pobres y atrasadas del país. Recibe más del 90% de sus recursos por transferencias de la Nación. El grueso de los trabajadores está ocupado en la administración pública. El único sector productivo, la agricultura, está aquejado por la crisis que sufren los productores campesinos algodoneros desde hace varios años y que también afecta a los productores medios. Hay que recordar, también, que la provincia se encuentra entre las que poseen los índices más altos de pobreza, mortalidad infantil y analfabetismo.


En este contexto, la situación de la provincia es explosiva. Los sucesivos gobiernos provinciales la han endeudado a niveles insostenibles, y el propio ministro de Economía local ha advertido que la provincia se encuentra al borde de la cesación de pagos. Y esto se está dejando sentir en los salarios de los trabajadores del Estado. Los docentes de los tres niveles se encuentran movilizados desde hace cinco meses porque no se les paga el famoso ‘incentivo’. Los judiciales y otros trabajadores estatales también entraron en conflicto por los salarios atrasados. En algunas localidades del interior se adeudan hasta seis meses de sueldos. Los campesinos han hecho cortes de ruta y varias movilizaciones en lo que va del año, pidiendo una respuesta inmediata a su situación desesperante. Y las cosas van a empeorar.


Los compañeros que trabajan en la provincia han conseguido, en el poco tiempo que llevan, acercar las posiciones del PO a los docentes, a los trabajadores estatales y a los estudiantes de la universidad local, obteniendo buena acogida. El agravamiento de la crisis que se avizora con los ajustes que se irán profundizando —como ya nos anunciaron la Alianza y el gobierno local del PJ— y la lucha social que la enfrentará, abren óptimas perspectivas para que los trabajadores de Formosa hagan suyos los planteos revolucionarios del PO.