Sabbatella hace charlatanería con el llamado “Presupuesto participativo”. Pero de un presupuesto de casi 200 millones de pesos, los vecinos sólo podrían “opinar” (no decidir) acerca de los destinos de… un millón. Esto es, sobre el 0,5%. Del otro 99,5% disponen libremente Sabbatella y su Concejo Deliberante, o sea los contratistas de obras y servicios públicos.

Ese millón "participativo" tendrá que ser repartido entre 7 UGC (Unidades de Gestión Comunitaria) y sus correspondientes subzonas.

Con ese cuento nos tiene meses y meses debatiendo en estériles asambleas y reuniones (ferias, delegados y cuanto verso se le ocurra). Siga participando… participativamente. Por eso no va casi nadie a las asambleas del presupuesto participativo.

¿Adónde va el 99,5% del dinero? No sabemos. Las obras que necesitan los vecinos de los barrios no aparecen nunca. Nos referimos a las cloacas, a la red de agua potable, al hecho de que con una lluvia nos inundamos en el centro y en las barriadas.

Es necesario un control de las asambleas vecinales sobre el presupuesto municipal, para votar un plan de obras públicas para la comunidad y no para la "patria contratista".