Repsol-YPF es, con Techint, uno de los pilares del arco empresario que sostiene al gobierno. Según “diversos representantes del sector energético”, Repsol “se ha convertido en su principal aliado en el campo empresario” (Página/12, 13/11).

¿Razones?

En los primeros nueve meses de este año, sus balances arrojan una ganancia de 1.800 millones de dólares por sus operaciones en la Argentina, “una cifra nunca antes alcanzada” (ídem).

El congelamiento del precio del gas o las retenciones a las exportaciones son apenas “un vuelto” en relación a los beneficios que surgen del precio internacional del crudo y el bajo costo de extracción en la Argentina.

Pero Repsol tiene una razón aún más decisiva que el enorme monto de sus ganancias en Argentina – las dos terceras partes de los beneficios que recoge en todo el mundo. El objetivo de Repsol es utilizar estos recursos para constituir una empresa a escala internacional, lo que aleja aún más la perspectiva de una industrialización del crudo en el país.

Por si todo esto fuera poco, “la empresa sabe que el gobierno tiene en carpeta empezar a mover los precios del gas para la industria y otros grandes consumidores a partir de enero” (ídem).