Políticas

25/4/1996|491

El programa menemista del Frepaso

Los planteos programáticos del Frepaso para las elecciones de Capital, no pueden disimular su carácter ‘cavallista’.

La “propuesta institucional del Frente”, para “mejorar la calidad de vida en la ciudad” (Clarín), incluye “la creación de una cobertura integral en materia de salud”, bajo la forma de un seguro de salud con una Rápita accesible”. Esto significa que se acepta la política oficial de sustituir la salud pública y gratuita por un sistema pago, que el menemismo y el Banco Mundial tienen mucho mejor elaborado que el Frepaso, con su ‘desregulación’ de las obras sociales y el hospital de ‘autogestión’.

En materia de educación, propone un fondo especial educativo con un “shock de inversión” proveniente de la “renegociación de los contratos municipales”. Recordemos que el intento de recortar los contratos provocó la caída de Grosso y que, por esa razón, radicales y frepasistas acordaron la renegociación de los contratos hasta fines del ’96, para que los sobreprecios de Macri fueran pagados con impuestos a la población. O sea que La Porta y Cía. quieren descargar el financiamiento de la educación (incluida la privada) sobre el bolsillo del pueblo. El Partido Obrero plantea la triplicación del presupuesto educativo para la enseñanza estatal, gratuita y laica, sobre la base de un impuesto extraordinario al gran capital y de la eliminación de los subsidios a la enseñanza privada y confesional.

Para “recuperar el perfil productivo de Buenos Aires”, los chachistas postulan “un sistema de privilegios fiscales para el empleo de jóvenes”. Notable parecido con la política menemista (modelo convenio Fiat-Smata), llamada también de “reducción de costos laborales”, que aumenta los beneficios capitalistas sobre la base de la precarización del empleo, la rebaja salarial y la superexplotación de la juventud (contratos y pasantías).

La policía

La propuesta frepasista en materia de seguridad y policía es “la creación de un organismo civil que intervenga en las políticas de seguridad para la ciudad y la instalación de un número telefónico para asistencia”. Pero Fernández Meijide, en una carta de lectores a Clarín (4/4), sugiere un “control cruzado” por parte de municipios, entidades intermedias y barrios. Permitiría, afirma, ‘ir hacia una policía comunitaria, saliendo de la policía militarizada”.

Curiosa concepción ésta de la transformación ‘informática’ de la policía, mediante líneas telefónicas y cruce de información… La policía es la herramienta fundamental de sustento del Estado capitalista, el cuerpo armado, profesional y vertical, que defiende, mediante la represión, los intereses de la minoría explotadora contra la mayoría explotada.. Los cuerpos represivos, por esta naturaleza, no toleran ‘controles democráticos’, como lo demuestra la impunidad de todos los crímenes de ‘gatillo fácil’ y la complicidad de la justicia.