Políticas

27/5/1993|392

El Pts contra los convenios colectivos

Hace un par de semanas, el Mas opuso al decreto 470, que establece los convenios por empresa negociados por la burocracia, la necesidad de que la negociación de los nuevos convenios fabriles estuviera a cargo de representantes elegidos en asambleas de fábrica. En este menester, el Mas llegó a imaginar que hasta podrían surgir “nuevas camadas de luchadores y delegados” apoyados “en la democracia obrera”. Nuestro partido denunció, en cambio, la liquidación de los convenios colectivos por rama de industria, que planteaba el decreto 470; caracterizó a la “negociación por fábrica (como) un retroceso histórico para el movimiento obrero argentino” y llamó a luchar por su derogación y a reclamar igualmente la vigencia de los convenios colectivos y la elección de los paritarios por asamblea (ver Prensa Obrera del 13/4/93).


El Mas rectificó posteriormente su posición para plantear que “la discusión de los convenios colectivos a nivel de cada fábrica le allana a las patronales el camino para liquidar las pocas conquistas y beneficios existentes, principalmente en las pequeñas empresas” (Solidaridad Socialista, 14/4), pero no llegó a plantear una campaña por la vigencia de los convenios colectivos y los paritarios elegidos en asamblea. De todos modos, el Mas dejó su lugar al Pts, siempre pronto a defender causas reaccionarias y perdedoras.


¿Convenios colectivos? Bien, gracias


Para el Pts, en un principio, “un plan de lucha de todo el movimiento obrero contra el plan económico … es la única salida incluso para enfrentar el 470”. Es decir, que el Pts sustituía la reivindicación concreta de la defensa y vigencia de los convenios colectivos de trabajo y los paritarios elegidos, por una generalidad, “la lucha contra el plan económico”, que como cualquiera sabe se adapta al pelo a la demagogia de cualquier opositor “patronal”  y de cualquier burócrata sindical. El convenio colectivo es una institución impuesta por la clase obrera, que se opone al libre ejercicio del derecho de propiedad, es decir, del derecho a explotar sin límites a los trabajadores. El Pts vuelve a pasar por alto una conquista histórica del movimiento obrero (ya lo hizo con las jubilaciones), una característica que lo coloca al margen del movimiento proletario. Como ocurriera igualmente con las jubilaciones, reemplaza la defensa de una conquista por una construcción ideológica típicamente casera, esto es también una característica del pequeño burgués ensoberbecido.


¿“Plan económico”?


Pero las construcciones ideológicas caseras, al igual que la auto-medicación, no son recomendables ni saludables. El “plan económico” al que alude el Pts, no existe, porque la economía burguesa se caracteriza no por la planificación sino por la anarquía de la producción. Esto explica, por ejemplo, que Cavallo, campeón otrora de la “patria exportadora”, aparezca ahora como un defensor práctico de los intereses importadores y que, “enemigo” en el pasado de la “patria financiera”, ahora sea su agente. Pero esto no es todavía lo más importante. Lo importante es que la miseria de los trabajadores obedece a la explotación del capitalismo y no a un “plan” derivado de esta dominación. La lucha debe ser contra el capitalismo, y de ningún modo contra las manifestaciones ideológicas de sus personeros, que apuntan a encubrirla. Si la política revolucionaria tiene por objetivo “hacer concientes los procesos inconcientes”, en este caso hay que desgarrar el velo del “plan económico”, el cual tiene por función ocultar la dominación y la superexplotación del capital. Desde el punto de vista de la lucha práctica, el combate al capitalismo tiene que asumir la forma concreta de reivindicaciones, y de ningún modo sustituibles por generalidades extraídas de la economía política burguesa. (Esta “idealización” de los “planes económicos” es común a los stalinistas, al Mas y al Mst).


¿“Afinando la puntería”?


Pero la historia no termina aquí. En el número del 28 de abril, bajo el título “Afinando la puntería”, el Pts se pregunta nada menos: “qué hacer ante la negociación por fábrica”, dando su aprobación al 470. Para la mejor utilización del decreto, aconseja a las internas evitar “las trampas” tales como, por ejemplo, “que la patronal intentará con la negociación por fábrica meter la productividad por la ventana”.


Es decir que el re-re-revolucionario Pts, partidario de acabar con el “plan económico”, acepta el decreto 470, de negociación por fábrica, que deroga la enorme conquista obrera de los convenios colectivos. No vacila en admitir que sigue, en este terreno, la opinión puramente empírica de una suerte de “aristocracia obrera” (los obreros de la reactivada industria automotriz), que le habrían asegurado al Pts (es lo que dice éste en su periódico) que la negociación por empresa..¡¡ facilita la obtención de ventajas relativas!! El Pts aconseja “que toda interna que vaya a negociar con la patronal debe levantar en forma incondicional el pase a planta permanente de todos los contratados …”. Esto sí se podría imponer, para el Pts, aisladamente por fábrica, pero nunca la derogación del 470 y la vigencia de los convenios colectivos, porque esto sólo es posible lograrlo luchando “todos” contra “el plan económico”. Al propiciar la política de las negociaciones por empresa de los problemas colectivos del movimiento obrero, y al recusar la posibilidad de la lucha colectiva contra el 470, el Pts capitula ante los capituladores y su “plan” de liquidar las conquistas obreras.


El Pts aconseja “recuperar las internas de manos de los burócratas transformándolas en verdaderos comités de fábrica, que unan a todos los trabajadores, permanentes y contratados … Sólo así estaremos en mejores condiciones para luchar por el salario y la defensa de nuestras conquistas. Es desde esta posición que apoyamos todos los justos reclamos de los compañeros de las distintas fábricas”. Muy lindo en la fraseología, porque en el contenido el párrafo acepta los convenios por fábrica del 470. Así es como el Pts “afina la puntería”.