Tucumán atraviesa una crisis excepcional. El fraude del domingo 23 detonó un proceso de movilización de una fracción de las masas, que reclama nuevas elecciones. En este escenario, todas las fuerzas se han visto obligadas a pronunciarse.

 

El PTS, arrastrado por los acontecimientos, sin posición, apareció tímidamente en las primeras jornadas autoconvocadas, para luego desaparecer de la escena. La excusa es que Manzur y Cano son lo mismo, cuando se trata de que la izquierda impulse la movilización de masas por los derechos democráticos.

 

Para justificar su abstencionismo tira la pelota afuera: “Es necesario convocar a nuevas elecciones, pero para realizar una Asamblea Constituyente libre y soberana, donde se elija un diputado cada 3.000 electores, que ponga fin al sistema de acoples (que no puede modificar la Legislatura, como sugiere Cano), pero donde centralmente se discuta cómo resolver los problemas estructurales de la provincia”. No es esto lo que está motivando ahora ni la crisis ni a los sectores que se manifiestan contra el fraude. Se trata de un planteo ficticio para quedarse en el testimonio y en el inmovilismo. En las condiciones actuales, esa asamblea del PTS sería dominada por Alperovich, de un lado, y Cano-Amaya, del otro.

 

Nuevamente, el PTS ha renunciado a intervenir en una crisis y en un proceso de lucha que impacta en todo el país. Del Caño, el candidato presidencial del Frente de Izquierda, en estos diez días que conmovieron a Tucumán y al país no se ha arrimado a la provincia para referenciar al Frente de Izquierda en la crisis abierta. Ni siquiera ha venido para defender la política de patear la pelota afuera con una consigna artificial.

 

El PTS denuncia lo que sería una capitulación del PO ante Cano. Los militantes del PTS han sido instruidos para difamar que el PO está financiado por Cano. Es interesante que no nos acusen de capitular ante Macri y Massa, los tutores de Cano. Saben bien que aquellos dos defienden el fraude y que llaman a no hacer nada, como también llama a no hacer nada el PTS.

 

El PTS adultera los datos más elementales de la realidad. Desde el lunes 24, la Plaza Independencia, con sus altibajos, fue ocupada por manifestantes autoconvocados en la que confluyeron diversas agrupaciones y tendencias. El domingo 30, la plaza fue desbordada por más de 30.000 personas. El lunes 31, Cano y el Acuerdo del Bicentenario irrumpieron en la plaza, por primera vez (Cano dijo esto textualmente), precisamente para desmovilizar, porque allí se juega esta lucha, en la que el PTS no interviene, favoreciendo el fraude y a Alperovich.

 

El martes 1º de setiembre se hizo la marcha de todos los martes de la Comisión de Familiares Víctimas de la Impunidad. Allí los oradores fueron José Kobak, liberado ese día, y Alberto Lebbos. Ahí también estuvo ausente el PTS.