Políticas

10/11/2017

El “rearmado” del PJ jujeño no ofrece una salida a los trabajadores

Desarrollemos una alternativa política independiente de la clase obrera.


Las elecciones de octubre arrojaron un fuerte retroceso del peronismo en todas sus variantes en la provincia: del Frente Renovador (aliado al gobernador Gerardo Morales), del PJ tradicional y de Unidad Ciudadana. Es en este cuadro que el interventor del PJ, Celso Jaque, ha definido las internas para renovación de autoridades para el 26 de noviembre.


 


Los afiliados del PJ votarán ese día una lista única y el 7 de diciembre Rubén Rivarola (barón histórico del PJ provincial, socio de Eduardo Fellner en la conducción del peronismo por más de 15 años en la provincia) volverá a conducir el partido provincial. Los mismos actores que llevaron al peronismo a su situación de descomposición actual serán los que se repetirán en la lista de conducción partidaria. Algunos analistas han señalado que la crisis del peronismo jujeño es un reflejo de la crisis nacional que envuelve al justicialismo.


 


Frente al escenario de ajuste del gobierno provincial y de duros ataques a las organizaciones sociales y sindicales, ninguno de estos partidos ha jugado rol alguno en la defensa de los trabajadores, y en varios casos han sido acompañantes de medidas contra los obreros, como el hecho de declarar la situación de emergencia en el municipio de San Pedro, y habilitar por esta vía el despido masivo de obreros del ingenio La Esperanza.


 


Una intervención como salvataje


 


Luego de la derrota del FpV en 2015, año en que perdió la gobernación, el sector del peronismo disidente liderado por Carlos Haquim (vicegobernador, aliado a Morales) se apresuró a convocar elecciones internas del partido, que no se realizaban hacía más de 12 años, y en una jornada plagada de irregularidades y denuncias de fraude, se quedó con la presidencia del PJ provincial.


 


Este hecho provocó la intervención por parte del PJ nacional, dado que el PJ conducido por Haquim se había integrado al gobierno con los radicales y el PRO. El objetivo principal de la intervención fue no perder el control del aparato.


 


Como interventor, la principal medida de Jaque fue el armado de la lista del peronismo para las elecciones de octubre. Su conformación sólo dejó conforme a la lista ganadora de las Paso, encabezada por Guillermo Snopek, un peronista de buena relación con el gobierno de Macri.


 


Ni internas, ni unidad


 


De cara a las internas de noviembre, Jaque modificó las reglas del juego para forzar una lista de Unidad, ampliando la cantidad de avales para la presentación de listas opositoras y forzando un compromiso “por arriba” entre los principales dirigentes.


 


La lista que encabeza Rivarola se completa con personal de todo el abanico del peronismo: Walter Barrionuevo, Rolando Ficoseco, Francisco Hinojo, Alfredo Gerry, Guillermo Snopek, Alejandra Cejas, Germán Fellner, entre otros. Todos los “caciques” del PJ del interior han terminado aceptando una lista única. En el interior se han habilitado algunas listas  para cubrir cargos departamentales en la estructura.


 


La salida


 


Un sector importante del peronismo que rompió con el FpV, lo hizo para terminar siendo aliado de Morales y segunda guitarra de un fenomenal ajuste contra los trabajadores.


 


Este nuevo intento de rearmado peronista desde arriba, a su vez, no tiene nada que ofrecer a los trabajadores. En este sentido, se manifiesta de manera más clara que nunca la necesidad de “saltar el cerco” del peronismo y sumarse a desarrollar una alternativa política independiente de la clase obrera.


 


En las últimas elecciones se verificó el desplazamiento de un sector muy amplio del electorado del PJ al Frente de Izquierda, que consagró un bloque de cuatro legisladores provinciales, cinco concejales y ganó en Libertador General San Martín-Ledesma.


 


Desde el Partido Obrero nos empeñaremos en acentuar esta tarea de delimitación y clarificación política para poder construir una salida de los trabajadores frente al plan de guerra de Macri y los gobernadores.