Políticas
28/8/2023
El refuerzo de Massa a los salarios vino devaluado: un simple adelanto en cuotas
El gobierno anunció un aumento miserable por suma fija de $60.000 para los trabajadores asalariados.
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Sergio Massa.
El ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, anunció una serie de medidas con la falsa pretensión de subsanar el impacto de la devaluación, aplicada por el propio gobierno, en los ingresos de la población, pero solo disimulan el enorme deterioro de los mismos.
Entre ellas se encuentra un aumento miserable por suma fija de $60.000 para los trabajadores asalariados, cuyo salario no supere los $400.000. El mismo se realizará en dos cuotas de $30.000, a pagar en septiembre y octubre, absorbible por paritarias. Para las trabajadoras de casas particulares anunciaron un refuerzo de $25.000 en dos cuotas mensuales de $12.500 cada una, de forma proporcional a las horas trabajadas.
En el caso de las micro empresas, el Estado costeará el 100% de este adelanto y en el caso de las pequeñas y medianas empresas lo hará en un 50%, todo mediante el pago a cuenta de contribuciones patronales, lo cual significa que va a usar la plata de los jubilados (como deprime la recaudación previsional, terminará por recortar la próxima actualización de la fórmula de movilidad). Son los propios laburantes los que se terminan pagando este adelanto.
Esto significa, en primer lugar, que cada trabajador, en el caso de cobrar el salario más alto, recibirá el equivalente a un 7.5% cada mes, cuando la depreciación del peso fue del 22% y los pronósticos vaticinan que la misma hará saltar la inflación de agosto a los dos dígitos. Con este “incremento”, si la inflación llega a un 10%, los salarios habrán perdido 2,5 puntos de poder adquisitivo y se habrán devaluado un 14,5%. Es la muestra de que el anuncio, lejos de promover una recomposición de los ingresos populares, solo intenta disimular el ajuste que las políticas oficiales vienen promoviendo sobre ellos.
Por otro lado, el hecho de que sea absorbible por paritarias plantea a la medida como un simple adelanto del sueldo, que será incorporado a los aumentos ya estipulados por los acuerdos previos entre la burocracia y la patronal, una mentira. Además, en la mayoría de los casos estos acuerdos ya plantean incrementos por debajo de los niveles de inflación proyectados, lo que desnuda que la medida también preserva los intereses patronales. Tanto peor es el escenario para los trabajadores informales, para quienes no hay anuncios.
En el caso de los monotributistas, en su mayoría trabajadores precarizados cuya patronal esconde la relación laboral mediante este régimen tributario, se les otorgó un beneficio fiscal que establece que durante 6 meses no pagarán el componente tributario, lo que equivale a una gaseosa de litro por mes.
Estas medidas son otra expresión del ajuste que el gobierno viene llevando adelante en línea con las exigencias del FMI, por eso el organismo las aprueba. A su vez, el nuevo acuerdo estipula mayores ataques a la población, el cual incluye más devaluación, inflación y tarifazos, que en parte intentarán justificar utilizando como excusa el gasto fiscal que generan estas medidas, que ni se acercan a resolver el problema con el que hoy se encuentran los bolsillos de los trabajadores. De esta forma, Massa sólo acumula más votos para Milei.
En tanto, las centrales sindicales, las mismas que entregan las paritarias, los derechos laborales y los convenios colectivos, festejan estos anuncios, lo cual habla de una política entreguista consecuente que mantiene paralizado al movimiento obrero frente a esta ofensiva que promete profundizarse. En las antípodas, el sindicato del neumático nuevamente conquista una nueva paritaria récord por encima de la inflación gracias al plan de lucha que los trabajadores, con el Sutna a la cabeza, llevaron adelante para defender los salarios, frente a la rebaja salarial que quería imponer la patronal.
Es la muestra más cabal de que la organización de los trabajadores es fundamental para recomponer los ingresos y enfrentar el ataque a nuestras condiciones de vida, por lo que se torna urgente impulsar un gran paro nacional seguido de un plan de lucha que exija salarios y jubilaciones iguales a la canasta básica, la ruptura con el FMI y el desconocimiento de la deuda externa.
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