En lo que va del año, dos niños han muerto como consecuencia de la desnutrición. Ambos eran habitantes de zonas donde se ha producido un gran desarrollo de la soja y la caña de azúcar, cultivos que han desplazado a los pueblos originarios y han dejado a miles de trabajadores rurales sin trabajo.

Estas muertes se producen luego de que el gobierno creó el Ministerio de la Primera Infancia, que supuestamente tendría a su cargo este tipo de situaciones. La pantalla del gobierno ha fracasado rotundamente.

Los casos de desnutrición son muchos en la provincia. Los que son atendidos, incluso uno de los niños recientemente fallecidos, recibió atención en su momento, pero cuando son dados de alta vuelven a vivir en las mismas condiciones que lo llevaron a estar desnutridos. Funcionarios del área específica han reconocido la enorme carencia de profesionales y centros de atención. Ni siquiera la nueva sede de la Cooperativa por la Nutrición Infantil (Conin), en pleno Chaco Salteño, ha impedido estas muertes.

Un nuevo-viejo vocero del gobierno de Urtubey, el dirigente de Libres del Sur, Carlos Morello, ha señalado en notas periodísticas que ellos saben cómo enfrentar la desnutrición, ya que 4.000 niños comen en sus comedores. Semejante estupidez es un encubrimiento del régimen político de los Urtubey, Romero y Olmedo, que han gobernado los últimos 20 años a favor de los grupos sojeros, de los grandes ingenios, principalmente el Tabacal, que están reemplazando producciones de mayor demanda de mano de obra, y desalojando y arriconando a los pueblos originarios con los desmontes. Es este modelo productivo el responsable de la desnutrición, es este régimen oligárquico el que condena al hambre a miles de niños en la provincia.

Para acabar con este saqueo que provoca hambre y muerte, hay que construir una alternativa política de los trabajadores junto al Partido Obrero.