El Rodrigazo llegó a las facturas del gas
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AUMENTOS DE HASTA EL 300 POR CIENTO
El Rodrigazo K llegó a las tarifas del gas con fuerza arrasadora, con aumentos de hasta el 300 por ciento (muy por encima del original de 1975). Hogares que hace un año pagaban 170 pesos recibieron ahora facturas de 520 (Clarín, 8/8). Ese golpe insoportable al bolsillo popular hace que unos 10 mil usuarios de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano se amontonen diariamente, en larguísimas colas, para pedir la restitución de los subsidios. Hay entre ellos jubilados que cobran la mínima y hasta “beneficiarios” de los míseros planes sociales del gobierno.
Ese tarifazo explica en gran parte el incremento en la facturación de YPF, de un 62 por ciento en el primer semestre respecto de igual periodo del año pasado. Más aun crecieron las ganancias de la petrolera conducida por Miguel Galuccio: “La utilidad neta de la empresa subió de 2.349 millones de pesos en la primera mitad de 2013 a 4.407 millones en 2014, con un salto del 87 por ciento” (ídem).
Esa es la vía por la cual YPF busca inversores: asegurar a los pulpos internacionales como Chevron que tendrán tarifas incluso superiores a la media internacional. He ahí el resultado de la “estatización” fraudulenta de la petrolera nacional. Los precios del gas suministrado por YPF aumentaron un 9,8 por ciento en dólares, y un 5,8 por ciento los del petróleo (primer semestre 2014/2013). YPF incrementó su producción un 15,5 por ciento en comparación con el año pasado gracias a esos aumentos, de modo que la empresa ya es un bocado apetitoso para los pulpos del petróleo. El pato de la boda, Rodrigazo mediante, lo pagan los usuarios argentinos con tarifas insoportables.
Se viene la electricidad
Edenor (sus acciones fueron las que más subieron en 2013) y Edesur, aunque sistemáticamente denuncian pérdidas, han visto repuntar fuertemente su cotización en Bolsa. Eso se debe a que los mercados esperan que ocurra con sus tarifas algo muy similar a lo que pasó con el gas.
Es más: aún no termina el Rodrigazo gasífero. La eliminación de los subsidios al consumo (se suprime el 80 por ciento de ellos) se dispuso en tres bimestres sucesivos, de modo que aún no se ha visto reflejado plenamente en las facturas. Vendrán nuevos golpes en los próximos meses.
Esta es la verdadera cara de la supuesta pelea del gobierno con los buitres. Hacen un acuerdo leonino con Chevron, le pagan una indemnización usuraria a Repsol y hasta el último centavo al Club de París, mientras negocian el pago a los pulpos que demandaron a la Argentina en el Ciadi. Entretanto, descargan sobre la población un tarifazo brutal para entregar más fácilmente los recursos de YPF.