Políticas

7/8/2003|812

El “salario social” de Solá

Solá ha anunciado un “salario social” de 380 pesos para los estatales y los docentes provinciales.


Para despejar toda duda, el propio Solá se ha encargado de aclarar que no se trata de un aumento masivo de salarios ni de la fijación de un salario mínimo.


Efectivamente, quedan excluidos del aumento salarial los estatales que llegan a los 380 pesos contando las horas extras y las urpes (plus por productividad); así como los docentes que superen ese monto porque cobran antigüedad, desfavorabilidad o directamente tienen más de un cargo (la gran mayoría, forzados por la miseria y los sueldos de hambre). Como se ve, para Solá el “salario social” (apenas la cuarta parte de la canasta familiar, que supera los 1.400 pesos) va de la mano de la superexplotación del trabajador y del alargue de la jornada de trabajo (plusvalía absoluta).


Los 380 pesos de “salario social” han sido pactados con las burocracias estatales de la provincia de Buenos Aires. Con este acuerdo, las burocracias de los gremios estatales renuncian siquiera a reclamar los miserables 200 pesos en cuotas que el gobierno nacional terminaría de incorporar al básico de los privados en marzo del 2004. Para Solá es un intento último por salvar la Ley de Emergencia que congela los sueldos y por frenar el movimiento huelguístico que arrancó en el Astillero y el Ioma y que siguió con los auxiliares de escuelas, los empleados de educación y ahora la lucha salarial de los docentes bonaerenses.


Es oportuno recordar que de esta componenda entre el gobierno y la burocracia es partícipe la Cta, que ha sido la mentora intelectual del llamado “salario social”, una categoría que revienta el salario mínimo. A esta explotación descarada la Cta la denomina “redistribución de la riqueza”, cínico eufemismo que coloca a la inmensa mayoría de los estatales por debajo de la línea de pobreza.


Contra la miseria salarial y la Ley de Emergencia del FMI que sacrifica a los trabajadores en beneficio de los banqueros, el Partido Obrero llama a luchar por un salario mínimo de 800 pesos y la inmediata equiparación de los 200 pesos al básico en igualdad con los privados.


El camino ya está trazado: huelga provincial hasta conquistar estos reclamos.