El salteñazo que sacudió al país
Seguir
En la capital salteña, el Partido Obrero logró una extraordinaria victoria.
Derrotó holgadamente al kirchnerismo en todas las categorías y la diferencia llegó a los 14 puntos en el caso del Concejo.
Más atrás aún, quedaron las variantes derechistas.
También conquistamos numerosas concejalías en el interior salteño -en Orán, Colonia Santa Rosa, Yrigoyen, Mosconi y Aguaray, entre otras.
La gran victoria de Salta termina con el argumento extorsivo de los K: decían que nuestra lucha contra el gobierno del trabajo precario, el pago de la deuda y el rescate de los privatizadores era "funcional a la derecha".
Nosotros, en cambio, abrimos una salida de izquierda al desmoronamiento del oficialismo y los derechistas retrocedieron.
La victoria salteña reafirma el ascenso del Frente de Izquierda.
Y lo hace en un momento crucial: cuando oficialistas y opositores capitalistas preparan un nuevo ajuste contra las masas.
Los Macri, Binner, Cobos o De la Sota, por un lado; los K, por el otro, manejan el mismo libreto para dar cuenta de esta nueva crisis nacional: impuestazos, tarifazos y carestía a rienda suelta.
Mientras tanto -y con la colaboración de la burocracia sindical-, todos ellos apoyan la imposición de un cepo al salario.
Pero el salteñazo -como el 1,2 millón de votos que obtuvimos en octubre- constituyen un pronunciamiento claro contra este mazazo.
Para que el ajuste lo paguen los capitalistas, no los trabajadores.
En esta gran elección salteña, una gran porción de trabajadores peronistas saltó el cerco y buscó a la izquierda revolucionaria como referencia política.
Es muy claro, entonces, el desafío planteado: vamos por un nuevo movimiento popular, esta vez, bajo las banderas del socialismo.
¡Adelante!