Políticas

3/5/2022

El servicio militar de Granata, para “disciplinar a los pobres”

La legisladora santafesina reabrió el debate por la vuelta de la “colimba” para los jóvenes marginados.

Amalia Granata en Israel.

La legisladora “próvida” Amalia Granata instó al regreso del Servicio Militar Obligatorio para todos los y las jóvenes que carezcan de trabajo y estudios, con el propósito de “encaminar su conducta”. Se trata de un refrito derechista, que busca disciplinar y regimentar a la juventud empobrecida y excluida, poniéndola al servicio del aparato represivo del Estado.

Los dichos de la diputada provincial se produjeron durante una entrevista al medio LN+, donde Granata aseguró que el crecimiento de la pobreza, particularmente en la juventud y en los chicos, debe ser atacado por la vía del restablecimiento de la “colimba”.

“Es necesario pensarlo como la formación de una conducta para que los jóvenes se levanten a las 6 de la mañana, estudien, hagan ejercicios y les enseñen un oficio”, señaló Granata, cuya propuesta va solamente dirigida a aquellos jóvenes que no cuenten con trabajo –como si trabajar fuera una cuestión “optativa”- ni estudios.

Nada nuevo por aquí

Cualquiera podría considerar los dichos de la legisladora santafesina como una expresión aislada, minoritaria y conservadora sino no conociera los antecedentes inmediatos  de las posiciones de las principales fuerzas políticas burguesas, al respecto.

La idea de regimentar y disciplinar a la juventud pobre tuvo su expresión cercana en el intento de Patricia Bullrich de crear un Servicio Cívico Voluntario para los jóvenes “ni ni” de entre 16 y 20 años, para recibir “valores democráticos y republicanos” de parte de la Gendarmería.

Incluso Alberto Fernández, antes de asumir la presidencia, declaró que “es mejor que hagan esto antes que no hagan nada, está claro, pero esa no es la solución, es un paliativo”, como si se tratara de un medida atenuante del hambre y la miseria en las barriadas obreras y populares.

Granata incluso apela a la experiencia del Estado de Israel para justificar su propuesta, omitiendo que esa fuerza se utiliza como parte de las operaciones de colonización del territorio palestino, como parte de la política de anexión sionista: “valores” que instan a la “destrucción” de  la vida” por la que dice velar.

Cuando explica que en su provincia es acuciante la “guerra narco” también se priva de denunciar al narco-Estado, y los vasos comunicantes de las fuerzas represivas con el crimen organizado. ¿Acaso pretende utilizar a la juventud explotada como carne de cañón contra el delito organizado y el Estado?

Un régimen de miseria

La propuesta de Granata es elitista, clasista –en el mal sentido del concepto- y discriminadora. Por ejemplo, ella misma no cumple con ninguna de sus variantes “necesarias” para forjar una “conducta”: levantarse a las 6 de la mañana, haber estudiado y/o aprendido un oficio. Pero no califica, no solo por la edad, sino por su posición de clase y su capacidad económica.

Se trata de una orientación perversa que parte de empobrecer a la clase trabajadora y la juventud, privándola de trabajo estable y remunerado; vaciando la educación pública media y superior, y negándole recursos para estudiar; y ofreciendo como “salida” compulsiva la precarización, muleo y maltrato por parte de una institución desaprobada por la sociedad y carente de cualquier control cívico-popular y/o propósito productivo.

El Servicio Militar Obligatorio fue suprimido en el país justamente por esa razón, con el detonante del asesinato del conscripto Omar Carrasco en marzo del 1994, a manos de un oficial y dos soldados, situación hartamente denunciada por otros familiares de víctimas de torturas y abusos por parte del Ejército Argentino.

Rechazamos cualquier intento de regimentar y disciplinar a la juventud, particularmente de quienes son responsables de generar las condiciones de empobrecimiento y exclusión social de millones de jóvenes, además de estigmatizar la pobreza liberando de culpa y cargo a las fuerzas de seguridad enlazadas con el crimen organizado.

La salida a la juventud explotada, pobre y precarizada viene con la mano de la organización independiente y la lucha de clase, junto al movimiento de desocupados, las mujeres y la juventud trabajadora y precarizada que se organiza todos los días por una transformación social de fondo.