Políticas

17/10/2023

El "shock" Bullrich y el fracaso de Macri

La ex ministra de Seguridad trató de despegarse del ex mandatario: ""tendría que haber hecho los cambios rápido y no los hizo".

Patricia Bullrich y Mauricio Macri

En una entrevista en A24 Patricia Bullrich intentó despegarse del fracaso gobierno de Mauricio Macri cuestionando que "tendría que haber hecho los cambios rápido y no los hizo", y aprovechó para redoblar su promesa en caso de ganar las elecciones: "Los cambios rápidos generan un shock de confianza y yo necesito ese shock de la sociedad". Es una búsqueda por mostrar que un mandato suyo no terminaría en el mismo fiasco que el del fundador del PRO.

El programa político de Macri no era distinto del que propone Bullrich hoy, y no es cierto que todo haya sido "gradual". Comenzó su mandato levantando el cepo cambiario y eliminando las retenciones a las exportaciones sojeras, y antes de su primer invierno ya había aplicado tarifazos en los servicios para reducir los subsidios; pero lo finalizó reponiendo el cepo y las retenciones, derogando la dolarización de las tarifas y congelando los combustibles. Fue un fracaso en sus propios términos, que terminó empeorando todos los problemas que criticaba al kirchnerismo: altos niveles de inflación, corrida cambiaria, quebranto del Estado y crisis de deuda, con el agravante de que creció la pobreza y la hipoteca con el capital financiero internacional, sumando un programa desastroso con el FMI.

Esa política favoreció la bicicleta financiera y la fuga de capitales, por lo que acrecentó exponencialmente un yugo que hoy el Frente de Todos continúa descargando sobre la población trabajadora (mientras a los bancos les sigue pagando cada vez más intereses).

En lo que el macrismo no pudo avanzar fue en aprobar la ley de reforma laboral que se proponía -y había ya acordado con el peronismo y la CGT- producto de la movilización popular que enfrentó la reforma previsional en diciembre de 2017, que le significó un alto costo político al gobierno. Es decir, a pesar de que Cambiemos había ganado las elecciones de medio término no tenía la fortaleza política para avanzar en una derrota estratégica al movimiento obrero, por lo que la burocracia se ocupó de hacerla pasar de manera parcial gremio por gremio, como desnudaron las declaraciones de Barrionuevo. Por eso todavía los principales candidatos capitalistas siguen discutiendo cómo se viabiliza una liquidación más profunda de los convenios y conquistas laborales.

En este cuadro Bullrich intenta mostrarse como la que tiene la "fuerza" para hacerlo, pero Juntos por el Cambio atraviesa una crisis profunda y por lo tanto pareciera contar con menores recursos políticos que en aquel entonces. Sobre todo porque el triunfo de Juntos por el Cambio en varias gobernaciones representa un problema, dado que ahora el radicalismo incrementó sus gobernaciones, lo que deja planteada una futura ruptura de la coalición, que es lo que Massa busca explotar llamando a Gerardo Morales y compañía a un gobierno de "unidad nacional".

El "shock" de medidas que postula la exministra de Seguridad no es nada novedoso: un recorte extremo de los gastos del Estado, fundamentalmente en áreas como la salud y la educación, además de salarios y jubilaciones; una fuerte devaluación que ni Melconian sabe hasta dónde llevaría el dólar; cumplir a rajatablas los compromisos con el FMI; todo acompañado de un feroz reforzamiento represivo que garantice su aplicación. Así como fracasó en su protocolo antipiquetes, que decretó ni bien asumió como ministra de Macri, esta serie de ataques tendría el efecto no de barrer con las protestas sino de multiplicarlas. Finalmente, todavía se evidencian las reservas de luchas de la clase trabajadora con que se topó el macrismo, motivo por el cual Massa hace de sus pactos con la CGT y la Utep su principal activo de campaña ante la burguesía.

En ese sentido, el redoble del ajuste en curso amenaza con prender la mecha de un nuevo estallido social. Este no es solo el programa de Bullrich, es el programa de todos los políticos capitalistas, quienes están preparando una enorme ofensiva contra las masas laboriosas de este país. Por eso es importante construir una oposición fuerte, con otro carácter de clase, como lo es el Frente de Izquierda, que defiende los intereses de los laburantes tanto en el parlamento como en las calles. Votar al FIT-U es parte de la preparación para las luchas que se vienen.

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