Políticas

8/8/2018

El sincericidio clerical de la concejal Fernanda Miño (UC)

Pilar

Un día antes de la sesión que tratará el proyecto de ley por la Interrupción voluntaria del embarazo, Fernanda Miño, concejal por Unidad Ciudadana en San Isidro, embistió contra el aborto legal y el movimiento de mujeres que una y otra vez se ha volcado a las calles para conseguirlo.

Para frenar el avance del movimiento, Miño se sumó a los personajes que se apoyan en “los sectores más humildes” para disparar contra lo que puede ser una victoria ejemplar para el conjunto de las luchas en curso y las que surgirán a partir de las políticas del gobierno y el FMI. Según ella en estos sectores “no se debate del aborto, las madres están preocupadas por darles de comer a sus hijos”. En paralelo, una mujer de 22 años en Santiago del Estero se añade a la lista de mujeres muertas por abortos clandestinos. Las mujeres pobres somos las primeras víctimas de un régimen de clandestinidad que favorece el negocio millonario de las clínicas privadas.

El discurso de Miño se emparenta con el de Juan Grabois, referente del MTE y la CTEP, quien sostiene una posición contraria a la legalización del aborto y fue a reunirse con el Papa al Vaticano por este tema. El Triunvirato Piquetero, integrado por la CTEP, la CCC y Barrios de Pie, convocó una movilización un día antes del 8A de la mano de la Iglesia, “peregrinando” de San Cayetano a Plaza de Mayo, un intento burdo de vaciar lo que será una jornada histórica en el país. Días antes, una senadora del bloque de CFK declaró su voto negativo al proyecto que logramos arrancarle a los diputados en la gran jornada del 13J, reivindicando la “tradición” hostil a la legalización del peronismo y atacando la lucha por el aborto legal como una “moda”.

Todas estas ofensivas clericales “por izquierda” se linean de los dichos más reaccionarios de la Iglesia “más conservadora” y “derechista” con Abel Albino a la cabeza y sus dichos sobre el comienzo de la vida en la concepción y una sarta de barbaridades sobre el VIH. Miño sostiene un discurso similar al de ellos: “creo en esta vida salvada desde el amor y el acompañamiento”. ¿En qué difiere de los senadores antiderechos que presentaron proyectos de “cuidado de la embarazada” ofreciéndoles subsidios por parir?

El 8A, todxs a las calles

La necesidad de legalizar el aborto no es sólo una cuestión de salud pública, para terminar con las muertes y mutilaciones provocadas por la clandestinidad, sino además como una forma de terminar con una herramienta de disciplinamiento social sostenida por el Estado y la Iglesia para que las mujeres y personas gestantes quedemos encerradas en un rol de madres y reproductoras de la mano de obra.

Mientras que la Iglesia ha desplegado todo su arsenal contra este derecho, el movimiento de mujeres debe sacar la conclusión de la necesidad de movilizarnos de a millones el 8A, sin ningún tipo de confianza a los partidos gobernantes que, como el kirchnerismo, han profundizado la injerencia de la Iglesia en el Estado en materia de salud, educación y asistencial, a través de los subsidios a  sus escuelas y ONGs.

Convocamos a todo el distrito, y sobre todo a las mujeres de los barrios, a movilizarse para arrancar el aborto legal, seguro y gratuito y a exigir la separación de la Iglesia y el Estado.