En junio de 2013 a casi un año de encontrarse desaparecido, hallaron el cuerpo del rosarino Walter Serra en la vecina ciudad de Andino. La familia de Serra asegura que trabajaba como contador de una empresa de venta de cereal en negro y relaciona el asesinato a su actividad (Rosario 3, 27-06-13). El crimen sigue sin resolverse.

Los puertos privados del sur de Santa Fe son una verdadera zona franca para el tráfico ilegal. Una autoridad del REFIGGRA afirma que el 42 por ciento del cereal que entra a los puertos de la región se comercializa en negro (SL24, 28-05-14). Gran parte de la evasión se produce por medio de empresas fantasma, con la llamada “soja blue”. Los negocios inmobiliarios habilitan el blanqueo e hicieron proliferar las mega-construcciones en la última década. Un caldo de cultivo para las organizaciones criminales. 

Investigaciones recientes hallaron $1.700 millones de evasión desde 2008 a 2012 por este circuito (Página 12, 23-02-14). El número es insignificante comparado con el 42 por ciento que aseguran algunas investigaciones. Las ganancias reales de las grandes cerealeras son desconocidas, gracias al secreto comercial. Los números de la evasión impositiva podrían ser fenomenales.

Debe abolirse el secreto comercial y abrirse los libros contables de las grandes industrias. Los puertos privados tienen que recuperarse para el estado y puestos bajo el control de los trabajadores, para que junto a otras medidas, se pueda combatir el tráfico ilegal en Santa Fe.