Políticas

30/4/1998|583

El triunfo de los docentes de Río Turbio

Durante la reciente huelga minera, los docentes de Río Turbio y 28 de Noviembre se movilizaron junto a los mineros. Para quebrar este proceso, las autoridades de Educación enviaron a la cuenca carbonifera un grupo de supervisores de los diferentes niveles de la enseñanza y a la vicepresidente del Consejo de Educación, con la excusa de una ‘supervisión pedagógica’. Hacía tiempo que se excusaban de viajar… por falta de viáticos.


Se presentaban en grupo a los establecimientos. ¿No correspondía que cada supervisor fuera a su nivel? Querían intimidar con la presencia de tantas personas.


Lo cierto es que dieron la orden a los directivos de enviar telegramas a los docentes que no asistían a clase. Desconocían así la adhesión docente a la huelga general minera.


Cuando se recibieron los telegramas la comunidad entera lo tomó como una presión para quebrar el paro del único gremio que apoyó directamente a los mineros. Mineros, mujeres y jóvenes que se encontraban frente a la mina, marcharon hasta el jardín de Mina 3, donde estaban reunidas las autoridades y lo rodearon. Mientras la multitud gritaba, los directivos de Adosac entraron a discutir. Las autoridades en un gran estado de tensión, no se animaron a salir y firmaron un ‘acta’ reconociendo el derecho de huelga de los compañeros docentes, dejando sin efecto los telegramas.


Qué paradoja: mientras el pueblo hacía firmar un ‘acta’ a las autoridades levantando sanciones contra los huelguistas docentes, los dirigentes de Ate firmaban otra, salvando a la patronal minera.