El veneno nuestro de cada día
Los habitantes de una extensa franja en la que están Pehuajó, Casares, 9 de Julio y Junín estamos siendo envenenados lentamente por el agua “potable” que consumimos.
Desde hace varios años, el nivel de arsénico se ha ido elevando.
En estos días conmocionó a la ciudad de Pehuajó la confirmación, mediante estudios hechos en Estados Unidos, de la contaminación con arsénico y aluminio de tres mayores y dos chicos. Los adultos integran la Comisión de Seguimiento de la Calidad del Agua y las Cloacas de la ciudad.
Este envenenamiento del agua se puede asociar con la explotación agrícola y, especialmente, con el auge de la patria sojera y el uso indiscriminado de agroquímicos, al que van asociados otros metales también perjudiciales para la salud.
Los vecinos de estas localidades han realizado acciones para darle una solución a este flagelo, sin que hasta la fecha se haya conseguido respuesta. Junín tiene un fallo adverso de la Suprema Corte provincial por no garantizar el suministro de agua con el nivel de arsénico por debajo del máximo que establece la OMS, pero sin consecuencias prácticas.
Ya no se puede ocultar la situación y empiezan a “blanquearse” los casos de cáncer y de Hacre (Hidro Arsenismo Crónico Regional Endémico).
En los últimos meses se ha detectado en estudios oficiales un altísimo grado de aluminio –peor en el corto plazo que el arsénico–, y además vanadio, que pueden deberse a los métodos usados para disminuir el contenido de arsénico.
Hace algunos años que se viene “inaugurando” en Pehuajó una planta potabilizadora (decantadora de arsénico). Sin embargo, nunca funcionó y, a pesar del negociado denunciado en torno a su construcción, no hay una causa penal abierta.
Nos estamos organizando en Pehuajó para resolver este problema. Hay que impulsar la formación de comisiones por barrio y de padres y docentes en las escuelas. Los sindicatos deben tomar el problema. Estamos juntando firmas con un petitorio que reclama los siguientes puntos:
• Que se intime a la empresa ABSA a proveer de agua potable según índices autorizados por los organismos pertinentes.
• Que la Municipalidad provea agua envasada a los vecinos, a las escuelas y a toda repartición pública en forma gratuita.
• Que en carácter de poder concedente del servicio, la Municipalidad inicie acciones legales por los perjuicios ocasionados a diversos vecinos.
• Que se realice un control de nivel de arsénico entre la población y se realice tratamiento gratuito y en la localidad a todos sin excepciones con especialista en el hospital público.
La entrega de firmas irá acompañada de una movilización popular a la municipalidad.