Políticas

13/9/2021

Elecciones en Mendoza: el derrumbe del PJ, los límites de Suarez y la elección de la izquierda

El Frente de Izquierda - Unidad obtuvo el 5% de los votos y se juega lugares en la Primera Sección.

Las elecciones primarias en Mendoza nos dejan algunas conclusiones. La victoria de Cambia Mendoza se impuso holgadamente con un 43%, pero retrocediendo respecto de la última elección. El PJ obtuvo solamente el 25% de los votos. El Frente de Izquierda – Unidad obtuvo un 5%, duplicando el porcentaje respecto a la elección anterior; quedando así tercero en la Primera Sección.

La lista de los gobernadores -Cornejo, Cobos y Suárez-, que puso toda la carne al asador y se jugó a un resultado plebiscitario, obtuvo 385.000 votos. Registra una pérdida de puntos con respecto a las elecciones de 2019, cuando obtuvo el 52% en los votos que llevaron a Rodolfo Suárez al sillón de gobierno. El retroceso de Cambia Mendoza queda disimulado por los triunfos en los departamentos más importantes del peronismo y las listas colectoras que presentó. Otras variantes de derecha, como el Partido Federal (ruralista y vinculado a los bodegueros) sacó el 3,7%, mientras que con la lista Vamos Mendocinos (Demócratas, Mendoexit, liberal), que sacó un 3,5%, canalizaron parte de su votación.

El hundimiento del peronismo en la provincia se explica por el derrumbe electoral del Frente de Todos a nivel nacional, en un cuadro de un duro ajuste. Además, pesa el rol colaboracionista con el gobierno de Suarez. Este fue el eje de campaña de Anabel Sagasti, que sostuvo que “con acuerdos Mendoza avanza”. Esto cuando está en evidencia que con los acuerdos de los que ellos hablan avanza la megaminería, como fue el acuerdo contra la 7722, o los rescates a empresas como la de Pescarmona. La pobreza y la desocupación también avanzan a paso firme. Los pactos de Sagasti con Suarez reforzaron a Juntos por el Cambio. El golpe al PJ se expresó en bastiones donde perdieron su hegemonía histórica, como Maipú y San Rafael.

El PJ, que en la previa sumó a Ramón (el candidato emergente de Protectora que venía de salir tercero en 2019), no pudo arrastrar el 8,7 que este había obtenido como candidato a gobernador en 2019. Parte de ese voto lo capitalizó el Partido Verde, un subproducto de Protectora. El mismo basó su campaña en la oposición a la megaminería, pero se alimentó de desprendimientos de la UCR y el PJ, baluartes del régimen político que propicia la reforma de la 7722. La inconstancia de este tipo de fuerzas políticas tuvo un ejemplo extremo en el caso del nombrado Ramón, que pasó de denunciar a “la casta política” a sumarse al Frente de Todos. La única oposición consecuente al régimen es el Frente de Izquierda – Unidad, anclado en las luchas obreras y populares.

La elección del Frente de Izquierda – Unidad

El FIT-U obtuvo el 4,97% de los votos. La lista 1A, que integra el Partido Obrero junto al PTS, obtuvo el 69% de los votos. La lista del MST obtuvo el 31% del voto, con un planteo de “renovación” que apunta a tender lazos con la centroizquierda. Aunque es un avance respecto a las elecciones de 2019, lo que permitió que varias listas departamentales cruzaran el umbral del piso proscriptivo en donde en el pasado no lo había logrado, se trata de un resultado que no recompone el lugar que el Frente de Izquierda alcanzó políticamente desde 2013.

Es claro que los límites del FIT-U en Mendoza tienen que ver con la emergencia de fuerzas de centroizquierda que canalizan un voto opositor al peronismo y a Cambiemos. La izquierda debe superar estos escollos hacia las generales, y para esto debemos poner en pie una campaña de frente único. Movilizando políticamente a la base de los barrios, del movimiento obrero, la juventud y ganar las calles. Esto implica superar una campaña política que, hacia las Paso, estuvo marcada por la disputa interna que presentó el MST y por la falta de una campaña común al interior de la propia lista 1A. El Partido Obrero realizó, antes de las elecciones, el planteo de un plenario provincial del Frente de Izquierda – Unidad, para movilizar a toda nuestra militancia y aunar fuerzas; un planteo que cobra nueva vigencia a la luz de las batallas políticas que se vienen.

El candidato del FIT-U, Victor da Vila, emite su voto.

En la Primera Sección (Capital, Las Heras, Lavalle y Guaymallén) los resultados nos colocaron en tercer lugar, por encima de los 6 puntos porcentuales y en la lucha por poner adentro a Soledad Sosa como Senadora provincial, a Edgardo Videla como diputado y al compañero de la construcción Federico Telera nuevamente en el Concejo deliberante de Guaymallén. A la par de los resultados, se destacan fuertemente los ochocientos fiscales desplegados en toda la provincia, que defendieron el voto durante toda la jornada. Principalmente en los departamentos de Guaymallén, Ciudad, Luján de Cuyo, las zonas rurales de Maipú; particularmente en las zonas vitivinícolas y agrarias, lo mismo que en el este provincial.

Esta es la traducción del crecimiento de la militancia del Partido Obrero en las barriadas populares y de trabajadores rurales, donde la campaña cobró más fuerza con cientos de compañeros movilizados en la conquista del voto a la izquierda. La campaña del Frente de Izquierda – Unidad y del Partido Obrero en particular es el resultado de un gran proceso militante, con un gran crecimiento de nuestra fuerza en términos de estructuración y de un enraizamiento de las posiciones socialistas al interior de las barriadas obreras.

Es también resultado del desarrollo de las luchas en curso en defensa del salario y las condiciones de vida de miles de trabajadores ocupados y desocupados organizados por el Polo Obrero, de los luchadores ambientales, de los trabajadores de la salud, la educación, judiciales, municipales de toda la provincia y otros sectores; lo que nos coloca en la tarea de llevar más a fondo nuestras propuestas al interior de la sociedad y para las elecciones generales con estos resultados.