La burguesía se esforzó por establecer una polarización entre la mega-alianza radical-macrista-centro izquierdista y el gobernante FpV; no obstante, fracasó.

La provincia se encuentra en bancarrota. La gestión de “Paco” Pérez viene haciendo frente a los vencimientos de deuda con más deuda. Esta ha aumentado en más de un 50% en los últimos dos años.

 

Con el silencio de los medios, “Paco” acaba de colocar bonos por casi 150 millones de pesos mediante el Banco provincia de Buenos Aires, lo que explica gran parte del impulso de la “ola naranja”.

El radical Alfredo Cornejo, delfín de Macri, impulsa un plan de ajuste que contempla, según boca de él, la eliminación de más de 12 mil estatales, la reducción del gasto público y otras medidas de austeridad.

 

Estas medidas de “achicar el gasto público” tienen por objeto eliminar las cargas tributarias a los bodegueros que exportan y reducir las cargas patronales. “Si Chile tiene 0% de cargas fiscales a las exportaciones y nosotros 45%, es imposible competir”.

 

El ajuste ya está en marcha, pues “Paco” Pérez tiene congelado el ingreso a la planta estatal, al igual que fondos para los hospitales y escuelas.

 

Enfrente, los trabajadores mendocinos, con el combativo ATE a la cabeza, están en lucha por una recomposición salarial del 50%, por el pase a planta de los contratados y contra la tercerización y privatización de sectores enteros.

 

El jueves previo a la elección de las Paso, los hospitales, administración central y la mayoría de las dependencias provinciales fueron paralizados por la gran huelga de ATE, Ampros (Fesprosa) y Sitea.

 

Sólo puede existir una polarización y es la de los intereses sociales, y el PO se esfuerza para que ésta se exprese en las elecciones generales del 21 junio.

De un lado, los candidatos del ajuste y la patronal, con Cornejo y Bermejo a la cabeza; del otro, los candidatos de los intereses obreros y populares con Barbeito, Fresina y Telera a la cabeza.