Políticas

3/10/1989|282

Elecciones en Santa Fe: Balance de las internas del PJ y la UCR

La política del PO

Las internas peronistas de Santa Fe —que consagraron a los candidatos a intendente para las elecciones municipales del 26 de noviembre— han puesto de relieve cuestiones políticas que no pueden ser pasadas por alto por la vanguardia obrera de la provincia.

El dato central de estos comicios ha sido la marcada apatía de la masa de afiliados peronistas: sólo un 28% de los mismos votó en Rosario, a pesar de la manifiesta movilización del aparato partidario. “Desde la puerta de sus casas, muchos se negaban a movilizarse hasta el lugar de votación. Así, en más de una oportunidad nos tuvimos que volver con el taxi vacío”. Esto comentaba a “Prensa Obrera” un tachero contratado para ‘movilizar’ afiliados del PJ. La interna rosarina no repitió, de ningún modo, el fenómeno de afluencia masiva de votantes que permitiera la victoria de Menem en 1988.

A quién representa Joaquín

La candidatura triunfante en Rosario, Alberto Joaquín, contó con el apoyo del miguelismo y con el sostén decisivo del empresario y dirigente justicialista Bachini. Este representa un poderoso bloque de la patronal de Rosario, que reclama la “regionalización” y “descentralización” de los servicios públicos y del presupuesto provincial, para quedarse con la totalidad de la recaudación impositiva del municipio, que en parte se deriva al Poder Ejecutivo de Santa Fe, y poder acaparar así las futuras concesiones privadas de los servicios públicos que éste efectúe. Se trata de una versión agrandada de las “privatizaciones” realizadas por Usandizaga y que llevan al municipio a la bancarrota.

Joaquín ha llamado a la “unidad de los afiliados justicialistas” porque no es un secreto que muchos trabajadores se resisten a votar a Joaquín. Este, en definitiva, es el hombre de la odiada patota sindical rosarina, la misma que —con el aval del gobernador Reviglio— apaleó a los obreros del Swift. La misma que mantiene amordazado al gremio metalúrgico frente a la presente oleada de suspensiones y despidos.

La derrota de su rival, candidato del menemismo, Venesia, revela un debilitamiento de la autoridad política del justicialismo, lo cual podría preanunciar un desplazamiento del voto de una franja de trabajadores que el pasado 14 de mayo, votó por Menem.

Frente a este panorama, las internas que designaron a los candidatos de la UCR fueron aún más raquíticas. Volvió a ganar la fracción de Usandizaga que inmediatamente después de la interna declaró que si hubiera “sabido” la política que seguiría Menem “no renunciaba a la intendencia de Rosario". El radicalismo, en franco retroceso, pretende presentarse, en estas elecciones, como una variante menemista.

Cavallero

En las últimas semanas se han reforzado las posibilidades del candidato de la Unidad Socialista, Cavallero, cuya campaña no hace la menor alusión al presente proceso político, ni a la política del gobierno menemista. Cavallero propone soluciones “particulares y comunales” para Rosario, y una "administración honesta”.

Cavallero se empeña en disimular la responsabilidad de los capitalistas y de sus gobiernos en la bancarrota del país (y de sus municipios). Pretende disimular así la complicidad de su partido con esos capitalistas. El PSP integró el “Consejo de consolidación de la democracia” de Alfonsín y acompañó a éste hasta sus últimas consecuencias, apoyando el Estado de Sitio contra el pueblo hambriento de Rosario. En el movimiento obrero, los partidarios de Estevez Boero militan... con Joaquín y la burocracia, a cuya fracción apoyaron en las elecciones de AMSAFE. Estévez Boero apoya, además la reforma constitucional reaccionaria que están pactando el PJ y la UCR.

Cavallero se declara portavoz de “reivindicaciones municipales concretas”, pero los seis años de gestión de los concejales socialistas han revelado su completa impotencia frente a la voracidad de los pulpos del transporte público, que han castigado a la población rosarina con tarifazos todas las veces que se lo propusieron, a la cual se negaron a enfrentar mediante la movilización obrera y vecinal.

Politizar a la vanguardia obrera

Para el Partido Obrero las elecciones municipales de Rosario (así como de Santa Fe y San Lorenzo) importan como una posibilidad de verificar la evolución de los trabajadores luego de cuatro meses de gobierno menemista.

Por eso nuestra consigna es: romper con el gobierno de los Bunge y Born y con los partidos patronales y formar un partido obrero.

A esta conclusión dirigimos la atención de los barrios hambreados de Rosario y de los trabajadores municipales, de la carne y metalúrgicos, que han luchado con tenacidad en los últimos meses contra la expoliación patronal y la traición de los burócratas.