Políticas

29/4/2019

Elecciones en Santa Fe: hacia el recambio capitalista en medio de la crisis

Las elecciones PASO de Santa Fe confirmaron los pronósticos políticos previos a la votación. El PJ se alzó con la mayor cantidad de los votos a gobernador con el 42%, con Omar Perotti a la cabeza de la interna contra María Eugenia Bielsa, a quien duplicó en número de votos. El segundo lugar fue para el Frente Progresista que encabeza el ex gobernador Antonio Bonfatti, con el 31%; y en una tercera y lejana posición quedó José Corral, el candidato radical de Cambiemos y actual intendente de Santa Fe, con el 19%. Así las cosas, cas el 90% del electorado optó entre el PJ, el Frente Progresista y Cambiemos, en una elección donde participaron el 70% de los electores. Se empezó a procesar por esta vía un recambio gubernamental en la provincia de la mano del desplazamiento del capital agroexportador y sojero al PJ, que tiene en Perotti un aliado de vieja data.



Las especulaciones sobre la potencial emigración de votos de María Eugenia Bielsa a Bonfatti en las elecciones generales no parecen tener asidero más allá de un guión electoral favorable a la campaña del progresismo, considerando que todo el aparato kirchnerista y de la burocracia sindical se disciplinó al llamado de Cristina Kirchner de votar a Perotti, con quien transaron el reparto de cargos de la cabeza de lista para abajo. Son los casos de las candidaturas en Rosario de Roberto Sukerman y Eduardo Toniolli -del Movimiento Evita- para intendente y concejal respectivamente, y la de Leandro Busatto como cabeza de diputados provinciales, el candidato que Cristina Fernández bajó como gobernador para favorecer a Perotti e integrarse de lleno al PJ.



El Frente Progresista, dos de cal y una de arena



La lista de diputados del Frente Progresista obtuvo medio millón y medios de votos; de repetirse esta elección, la mitad de los diputados de la cámara baja estará integrada por este bloque debido al  sistema D´hont que rige en Santa Fe. Miguel Lifschitz dejaría su cargo como gobernador para ser el jefe de la “oposición” en diputados a un potencial gobierno de Perotti, un sistema de cogobierno entre “progresistas” y peronistas que se reproduce -con distintas composiciones- a escala de municipios y concejos en toda la provincia.



La otra mitad de la cámara quedaría integrada por el PJ (14%), el PRO (7%) y la alianza de corte derechista y clerical (Unite por la Familia y la Vida) que encabeza la ex Gran Hermano Amalia Granata, que tuvo una elección destacada de 150.000 votos y quedó posicionada en un cuarto lugar. Entre el centroizquierda de Giustiniani y Del Frade llegan a un 4,6%, ingresado con lo justo.



En Rosario, el socialismo sufrió un duro revés con la victoria de Pablo Javkin de la UCR contra la candidata oficialista del PS –Irizar- colocándose virtualmente como el futuro intendente de esta ciudad, si logra  sumar la mayor parte de los votos de la interna. Sukerman, el candidato peronista, queda posicionado como el nominalmente más votado pero lejos de las chances de ingresar pese a los fuegos de artificio que hubo en torno a su candidatura que apoyó casi en exclusividad Agustín Rossi. Defendiendo la importante votación que obtuvo en 2015, el grupo rosarino Ciudad Futura quedó en el cuarto puesto, orillando el 12% de los votos y consagrándose como la cuarta pata del régimen.


Los resultados contradictorios del progresismo expresan por un lado que esta coalición provincial pagó el costo político de haber aplicado en Santa Fe el libreto de Macri, el FMI y los gobernadores del ajuste contra las mayorías laboriosas; no obstante esto, pudo sostenerse en un segundo lugar, favorecido por el derrumbe de Cambiemos que venía de ganar la provincia en 2015 y 2017, y fue sin dudas el gran derrotado de la elección santafecina.



El Frente de Izquierda y el piso proscriptivo



El Frente de Izquierda no superó el umbral que marcan las PASO provinciales (1,5% del padrón electoral) en ninguna de las categorías provinciales, un problema que advertimos en la campaña electoral y que no pudimos resolver. El MST, que fue expulsado del Frente Social y Popular tras la alianza de Del Frade y Ciudad Futura, tampoco pasó y quedó por detrás del FIT. El dominio del electorado de los partidos de estado y la falta de desarrollo de la izquierda quedaron expresados en esta forma electoral.



En la categoría gobernador los resultados dan el 2% de los votantes, superando el 1,5% pero que debido al piso provincial no alcanzó para entrar en las generales. A diputado provincial el FIT obtuvo el 1.33% de los votantes. La votación del FIT en Rosario estuvo por arriba de este promedio, con el 3.64% a gobernador y el 2% en diputado provincial,  cayendo mucho en Santa Fe y en el interior de la provincia, deprimiendo el resultado general. Esto se expresa en la categoría senador del departamento Gran Rosario, donde el Frente de Izquierda supera el piso con el 1,77% del padrón y el 2,77% de los votos realmente emitidos.


Rosario, la lista a Intendente no superó el 1,5% de los votantes, en una categoría muy dura debido a la competencia con Ciudad Futura que logró instalar la idea en el electorado rosarino de que “son la única alternativa de los partidos tradicionales”, una aseveración que no supera la primera lectura de una votación en concejo de Rosario, ni la fastuosa campaña electoral propia de un partido patronal. Para concejo, la lista del FIT supera el piso de votantes pero no del padrón electoral, un hecho que en Rosario cobra mayor impronta ya que los votantes efectivos fueron menos que en el promedio provincial (65, 97%). La guadaña proscriptiva también dejó afuera de la contienda definitiva a la actual concejala Celeste Lepratti del Frente Social y Popular, frente del que se fue para aliarse a Giustiniani, ex PS…



En Santa Fe Capital, la lista del FIT para concejo tuvo el mismo resultado electoral que en Rosario;  en el caso intendente no supera el piso de votantes, quedando en esta categoría un poco por detrás de la lista del MST.   En La Capital, gana para gobernador Perotti y de conjunto también la interna peronista; mientras que para intendente el Frente Progresista en la figura de Jatón cosechó una primera gran victoria con más del 40% de los votos, dejando muy atrás al PRO que en Santa Fe salió derrotado por partida doble.  En los casos de Reconquista y Rafaela, no superamos el piso en ninguna categoría, con el dato sobresaliente en el primero de una alta votación del PRO, a contramano del país.



En Villa Gobernador Gálvez, un populoso distrito obrero donde el Frente Progresista y el peronismo quedaron mano a mano, superamos el piso y tendremos lista a intendente y concejal, vamos a  una importante batalla luego de haber avanzado en el terreno estudiantil y docente conquistado posiciones gremiales y está planteado desarrollar un amplio trabajo de Partido en todos los terrenos y con la candidatura de nuestra compañera Gabriela Meglio. En Granadero Baigorria, también del Gran Rosario, superamos el piso para las categorías provinciales, para intendente y concejal, con nuestra compañera Laura Alonso del hospital Baigorria encabezando. En Villa Constitución, las listas del FIT superaron el piso en las categorías provinciales y la lista de concejales encabezada por Christian Míguez, delegado metalúrgico de ACINDAR, que continuará en carrera en una elección difícil de conjunto y en particular allí, ya que  tampoco pasó el compañero del PTS que encabezaba para intendente. También superamos el piso en Cañada de Gómez, con la lista de concejales encabezada por nuestro compañero Roberto Garín, destacado luchador por los Derechos Humanos.



En el departamento de San Lorenzo pasamos para gobernador y diputado provincial, e hicimos una gran elección en el municipio de Capitán Bermúdez con casi el 9% de los votantes, que deja planteada la posibilidad cierta de revalidar la banca del Partido Obrero con Gustavo Fenoy en las generales, una conquista obrera y socialista a defender de cara a lo que se viene en todo el cordón. En Beltrán la elección fue del 2.82% para diputado y 5.46% para concejal. En San Lorenzo pasamos a concejo.



El FIT y los problemas políticos



Es cierto que el piso provincial, más alto que el nacional de las PASO, ha sido un obstáculo para que la izquierda revolucionaria continúe en la batalla electoral. En este punto corresponde una crítica implacable contra el gobierno del Frente Progresista, que refuerza con esta medida una elección amañada por la intervención directa de los bloques capitalistas que financiaron con recursos multimillonarios las campañas de los partidos de estado en Santa Fe.



Dicho esto, está planteado el problema del escaso desarrollo del clasismo en Santa Fe, donde el centroizquierda resulta un obstáculo que no estamos pudiendo franquear. El desarrollo del frente único de la izquierda queda a la vista como una tarea irresuelta, que debe formar parte de un balance más de conjunto al respecto de la actuación política de cada una de las fuerzas en presencia. El desarrollo incipiente que hemos conquistado en sindicatos y gremios estudiantiles forma parte de este balance, a la luz de las tareas sindicales que se vienen en la próxima etapa.



La consigna vector que orientó nuestra campaña, “Somos la izquierda, tenemos que estar” anticipó estos problemas políticos, delimitando campos políticos y señalando la necesidad de reforzar un bloque político de independencia de clase, que tuvo asidero entre todo un sector de la juventud, los trabajadores y les luchadores, como queda plasmado en los resultados de Rosario y localidades obreras importantes, como Villa Gobernador Gálvez (sexta ciudad de Santa Fe), Villa Constitución y ciudades del cordón industrial.  El límite de nuestro desarrollo marcó el horizonte de una campaña que estuvo dominada por los aparatos políticos de la burguesía, como se expresó en elecciones provinciales previas donde los resultados para la izquierda fueron acotados.



Con la campaña llegamos a concentraciones obreras fundamentales, a facultades y terciarios, a nuevas  barriadas, abrimos trabajo político en casi una decena de nuevas ciudades de la provincia, planteando la posibilidad de ampliar nuestro trabajo partidario. De estos avances en el reagrupamiento obrero y de un balance político a conciencia de nuestros límites y aciertos, salimos el 30 al paro y movilización, para seguir luchando por forjar una fuerza política capaz de hacerle pagar la crisis a los capitalistas y sus secuaces.