Los primeros resultados de las elecciones cordobesas arrojan un holgado triunfo de Juan Schiaretti, superando por más de 40 puntos a los candidatos de Cambiemos.

Si bien se trata del gobernador más cercano al gobierno nacional y de uno de los articuladores de la “coalición a la carta” que caracterizó al régimen macrista en su primera etapa, su aplastante victoria es un nuevo síntoma del derrumbe político del macrismo.

Los referentes del “peronismo federal” esperan que Schiaretti actúe como un “ordenador” de ese espacio. Hasta ahora, Schiaretti insistió con resolver en las PASO la candidatura presidencial –lo cual es rechazado por Roberto Lavagna– y en excluir a los K, mientras  que Massa nunca cortó puentes con el kirchnerismo. El kirchnerismo, por su parte, bajó sus propias candidaturas locales para beneficiar al gobernador.

El Frente de Izquierda llevó como candidatas a gobernadora y diputada provincial a Liliana Olivero (IS) y Soledad Díaz (PO). “Hemos defendido para las elecciones un programa de salida para la clase trabajadora, planteando la prohibición de despidos, el salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, el banco de tierras, contra la depredación ambiental, por los derechos de las mujeres y las disidencias, entre otras reivindicaciones vitales. Lo hemos hecho con una destacada agitación en las calles, los medios y las redes sociales, así como también en una campaña mano a mano en los lugares de trabajo y los barrios. Por eso ha sido muy importante en la campaña el reagrupamiento de trabajadores logrado, que ahora tiene que dar lugar a un reclutamiento militante”, señalaron desde el PO de Córdoba.

En las recientes elecciones municipales de Calamuchita, las listas del Frente de Izquierda obtuvieron el 7,5% de los votos. En esta jornada el FIT movilizó más de un millar de fiscales.