Políticas

25/9/1997|558

Electoralismo sí, pero para los capitalistas

Los diarios, las radios y la televisión han inundado la cabeza de los trabajadores con la descabellada idea de que Menem y Duhalde han tomado una serie de medidas en defensa de los más humildes. Entre los‘aportes’ para los sectores más golpeados de la población, se presenta un ‘ambicioso’ plan de creación de empleos.


Se trata de lo que Menem denominó “El programa de promoción al Empleo, la mejor arma para librar la batalla contra el desempleo” (Clarín, 17/9). La hipocresía de este manotazo de ahogado no resiste la menor atención: se trata de “un plan de subsidios —señala Clarín— para aquellas empresas que contratasen empleados cuya edad supere los 45 años”.


La extensión de estos ‘planes’, que los mismos trabajadores y la población pagamos con nuestros impuestos, no sólo subsidian a los capitalistas reduciendo el ‘costo laboral’ (como reconoció el presidente de la UIA y diputado justicialista). Convierte a todos los trabajadores en precarios y a cambio de migajas miserables.


Efectivamente, en el marco de un país con “2.003.000 desocupados y 1.720.000 subocupados”, según cifras del Indec, en Capital y Gran Buenos Aires el 40,8 por ciento de los puestos de trabajo son de baja o restringida calidad (Clarín, 27/8), es decir, precarios. El anuncio de Menem-Duhalde, aceptado por la Triple Alianza con reparos en torno a su financiamiento, no hace otra cosa que lanzar públicamente un planteo al servicio de los grandes capitalistas: hacer crecer la contratación de personal sin relación de dependencia. Esto, cuando según cifras también oficiales, ¡el 40 por ciento de los trabajadores que están ocupados gana menos de 400 pesos!


Pero Duhalde no esperó a que se efectuaran los anuncios de Menem para aplicarlos a ‘sus’ bonaerenses. Buena parte de los “hospitales de cartón” y de los asfaltos que inaugura una y otra vez por televisión, se realizaron con la aplicación de este plan esclavista de trabajo.


La novedad es que Duhalde ha metido ya el plan ‘trabajar’ en el ámbito de los empleos públicos, lo que, de generalizarse, llevaría al desmantelamiento de todos los estatutos laborales de los trabajadores de la provincia y al desembarazo completo de cualquiera responsabilidad presupuestaria de parte de los capitalistas con cualquiera de los servicios (salud, educación) a cargo del Estado.


En Malvinas Argentinas, por ejemplo, ha cubierto las vacantes de los trabajadores de portería de las escuelas, que debe hacerse por acto público y puntaje (igual que la docencia) con desocupados del ‘plan trabajar’, con lo que redujo los salarios de los porteros ‘de hecho’ y aumentó el lucro de los concesionarios vinculados a la prestación de servicios en escuelas, comedores, etc.


Frente a semejante barbaridad, la Triple Alianza no ha dicho esta boca es mía.


Por el seguro al desocupado de 500 pesos desde los 16 años y contra la superexplotación laboral, hay que meter trabajadores en los parlamentos truchos que denuncien y luchen contra toda esta porquería.