El Jefe de Gobierno presentó un paquete de medidas cuyo eje fundamental es el ajuste contra los trabajadores sin afectar a bancos, gran industria, comercio y especulación inmobiliaria. El legislador Gabriel Solano rechazó el paquete y anunció la presentación de un proyecto opuesto que afectaría a los bancos.

Frente a la crisis profundizada por la pandemia de coronavirus, que según los cálculos impactaría en una merma de 40.000 millones de pesos en la recaudación, el Jefe de Gobierno de CABA, Rodríguez Larreta, presentó un paquete de medidas que le da amplias facultades para modificar partidas, paralizar obras y, lo central, el ajuste sobre salarios y la flexibilidad sobre las condiciones laborales.

En ese sentido el proyecto que debe votar la Legislatura comienza con una impostura: la donación voluntaria del 25% del salario de los altos funcionarios. Con este “gesto” pretenden ocultar los escándalos de corrupción por las compras con sobreprecios en barbijos y la contratación de hoteles a empresarios-funcionarios amigos y familiares. Por este hecho, Gabriel Solano pidió que comparezca el jefe de gabinete de Larreta en la Legislatura.

En segundo lugar, con la donación del 25% quieren viabilizar el congelamiento salarial de todos los trabajadores del GCBA, el eje central del proyecto presentado. De hecho, las paritarias ya habían sido postergadas. Este congelamiento nominal opera como una reducción del poder de compra mes a mes, al ritmo de la alta inflación, sobre todo en alimentos. En contraposición a esto, la agrupación Tribuna Municipal planteó la actualización salarial por inflación hasta que se abra la paritaria.

Para los docentes, a quienes se les adeudan la segunda cuota del acuerdo salarial de sumas fijas para el mes de junio, implicaría que no se les actualice el salario ya que no tienen previsto ninguna otra actualización, porque el acta salarial se restringe a la primera mitad del año y quedarán con salarios de marzo devaluados.

Otro golpe a los trabajadores lo constituye el congelamiento de la planta, que implica que más de 18.000 trabajadores precarizados a través del monotributo continúen en esta situación en medio de la pandemia, muchos de ellos mientras cumplen tareas riesgosas en la atención social de la pandemia asistiendo con la entrega de alimentos en las villas. Advertimos que esto puede derivar en despidos de contratados.

El tercer elemento contra los derechos laborales lo constituye la autorización a una amplia reasignación de tareas para los sectores que se encuentran involucrados en la atención de la pandemia, cuando esto debe ser voluntario y pagado con un plus salarial por el riesgo que conlleva y para que ningún trabajador esté por debajo de la canasta familiar.

El legislador Gabriel Solano (FIT-PO) rechazó el paquete de medidas anunciadas por el Rodríguez Larreta y anunció la presentación de un proyecto opuesto. “No vamos a avalar que, frente a la crisis, los primeros que pierdan sean los trabajadores mientras los sectores económicos más poderosos permanecen intactos. Los bancos obtuvieron ganancias en 2019 por más de 300.000 millones de pesos, casi el equivalente a todo el presupuesto de la Ciudad en ese mismo año, principalmente por la especulación con las Lelics. El último informe del Banco Central destaca la liquidez y solvencia del sector mientras desvían los recursos que les asigna el Estado a través de la emisión para atender la crisis hacia la compra de dólares. La gran industria y el comercio instalados en la Ciudad, la construcción de megaproyectos para la especulación inmobiliaria tampoco son afectados. Tampoco tocan a las Iglesias que en la Ciudad gozan de enormes beneficios impositivos, hasta en emprendimientos lucrativos”.

El proyecto que presentará el Frente de Izquierda tiene una lógica opuesta: defender a los trabajadores en la crisis y que se ajuste a los bancos, la gran industria y la especulación inmobiliaria aumentando las alícuotas de Ingresos Brutos. Terminar con los beneficios impositivos a las Iglesias y aumentar el ABL a las grandes locaciones de la Ciudad. Con esto se podría aumentar la recaudación en 100.000 millones de pesos. El proyecto establece aumentar las alícuotas de ingresos brutos de los bancos del 5,5% al 12%, lo mismo que pagan los juegos de azar. En el caso de la industria pasa del 1,5% al 5% y en la construcción del 2,5% al 5% exceptuando la construcción de viviendas.