Políticas
6/1/2025
En 2024 creció la recaudación impositiva, a costa de los consumidores y los asalariados
El IVA aportó uno de cada tres pesos de los ingresos tributarios, mientas Bienes Personales cayó en picada.
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Impuestos.
Durante 2024, el gobierno incrementó la recaudación fiscal a costa de impuestazos sobre el consumo y el salario de los laburantes. Según informes oficiales, la recaudación fiscal alcanzó los $131.357.699 millones en el año, un incremento de 205% en relación al año pasado y de casi un 2% en términos reales. En paralelo, los capitalistas fueron beneficiados con rebajas impositivas, lo que demuestra que los únicos que están pagando el plan del gobierno para terminar con el déficit fiscal son los trabajadores.
El IVA, un impuesto al consumo cuyo gravamen recae sobre el consumidor final, fue el impuesto que más aportó generando $43.027.692 millones en términos anuales, uno de cada tres pesos de toda la recaudación tributaria. Esto a pesar de que el consumo cayó en picada durante buena parte del año, producto de la pulverización de los ingresos de la población. Es la demostración de que el ajuste fiscal se sostiene a costa de liquidar los bolsillos de los laburantes, que son quienes gastan la mayor parte de sus ingresos en artículos de consumo directo. Por eso es el gravamen más regresivo, ya que proporcionalmente afecta más a los que menos tienen.
El segundo tributo en importancia es Ganancias, un impuesto cuya cuarta categoría (la que grava el salario) fue repuesta por el gobierno de Milei, abrochando nuevamente los ingresos de casi un millón de trabajadores que cobran apenas por encima de la canasta de pobreza. La variación interanual de la recaudación por esta vía fue de 144,6%, alcanzando los $2.559.543 millones.
El impuesto a los combustibles es una de las «estrellas» de diciembre. Sumó $447.099 millones, un 627% más que en 2023, lo que se trasladó a los surtidores, generando nuevos naftazos y encareciendo toda la rama productiva producto del encarecimiento del transporte. Nuevamente, los golpeados son los consumidores.
Todo esto contrasta con las exenciones impositivas que el gobierno le otorgó a los capitalistas, como la rebaja de Bienes Personales, un impuesto que perdió peso consagrando una caída del 39,3% interanual, lo que demuestra nuevamente que el grueso del ajuste fiscal se lo hacen pagar a los los laburantes con sus condiciones de vida, mientras benefician a un puñado de empresarios. A su vez, el Rigi consiste en favorecer a grandes capitalistas con más ventajas impositivas, entre otros beneficios, que tendrá como consecuencia un mayor ajuste fiscal.
Así y todo, los diferentes sectores de la burguesía nacional reclaman por mayores exenciones impositivas «para nivelar la cancha» frente al inconveniente que les significa el dólar barato y la apertura de importaciones. En particular apuntan contra la seguridad social, y el gobierno les prometió una rebaja en las contribuciones patronales, lo cual vaciaría aún más el sistema previsional. El reclamo tributario promueve entonces una reforma que abarate aún más la mano de obra avasallando derechos laborales y jubilatorios.
Por otro lado, el capital agrario reclama una rebaja en las retenciones a las exportaciones, que aportaron el 4,6% de toda la recaudación gracias a una variación anual positiva del 290%, es decir que casi se cuadruplicó el ingreso por esta vía. Esto podría devenir en futuros choques, ya que el gobierno descarta bajar esos derechos de exportación, en nombre de asegurar el «déficit cero» y el pago de vencimientos de deuda.
Queda claro que la intención de Milei nunca fue liberar de impuestos a los laburantes, su único objetivo era sacarle impuestos a los capitalistas y hacerle pagar el costo a la población trabajadora con nuevos impuestazos, hambre y recortes permanentes a esferas públicas fundamentales como la Salud y la Educación. La única manera de sacarnos de encima a estos chupa sangre es echándolos y tomando las riendas del país en nuestras manos.