Políticas

27/8/1997|554

En el Chaco gobiernan los explotadores

La victoria de Rozas en el Chaco puso contenta a la Alianza y triste al menemismo, pero los grandes capitalistas ni se mosquearon. Esto, que es precisamente lo sustancial, fue lo que todo el mundo se dedicó a ocultar, en especial los ‘progres’ del Frepaso. Muestra que oficialismo y oposición son servidores de un mismo amo. Pero un párrafo perdido (aunque imperdible) de La Nación lo deja bien claro: Rozas, dice, “Mantiene un excelente nivel de diálogo con las principales entidades productivas del sector agropecuario y de la industria de la producción (sic), lo que le permitió sumarlos como aliados más que como simples apoyaturas políticas” (26/8).


Es decir que en el Chaco gobierna una triple alianza, cuya pata principal la constituye la gran patronal. Una declaración del Comité de la provincia del Partido Obrero denunciaba hace dos semanas que el gobierno de la Alianza había mantenido todos los procesos de privatización y vaciamiento del precedente gobierno de Acción Chaqueña, ‘procesista’, del que también fue reiterado aliado parlamentario. Página 12 informa que “El índice de desempleo en la provincia supera la media nacional del 17 por ciento. La cifra escandalizaría por si sola, si no fuera que en el Chaco hay otros índices tremendos. Esta provincia ocupa, desde hace años, el primer lugar del país en mortalidad infantil y población analfabeta”. ¿Qué hace frente a esto el ‘re-progre’ gobierno triple-aliancista? “Mantiene un programa de alfabetización en algunas poblaciones y reparte bolsas con alimentos”(23/8). Como se ve, ‘Chiche Rozas’ se parece como dos gotas de agua al ‘Angel bonaerense’.


La verdadera diferencia entre el gobierno aliancista y sus predecesores tiene que ver con el alza del mercado del algodón. Esto provocó una fuerte compra de tierras y una gran concentración capitalista (Eurnekián y Soros se apoderaron de aproximadamente 20.000 hectáreas cada uno). Aunque provocó el desplazamiento de pequeños campesinos, el boom algodonero (y del tanino) sirvió para tirarle algunas migajas al Tesoro provincial y cumplir con el pago de los sueldos, que son de todos modos francamente miserables. Pero no ha alcanzado para disminuir siquiera un centavo la deuda pública de mil millones de dólares, que ahora el FMI exige transformar en títulos con derecho a comprar más patrimonio estatal.


Cuando se pone toda esta realidad sobre la mesa, se puede ver que el pueblo vota a sus verdugos porque carece de una organización propia, y de ningún modo porque sus problemas se estén resolviendo o se vayan a resolver.


Macaneos de De Gennaro


El secretario general de la CTA, Víctor De Gennaro, le acaba de decir a La Razón que “La Alianza abrió un espacio político nuevo manifestando una posibilidad de cambio”, e incluso contestó que “Sí” cuando el periodista le preguntó si “Sinceramente, ¿usted sintió que la Alianza apoyó con toda su estructura el paro del 14 de agosto?” (25/8).


Semejantes declaraciones desnudan que la burocracia de la CTA se ha largado con todo al operativo de encubrimiento de la alianza de la Alianza con la gran patronal industrial y bancaria, es decir, de la Triple Alianza.


Apenas 48 horas antes, sin embargo, el ‘libro de pases’ de la Alianza estaba a punto de inscribir a uno que está todavía a la derecha de Machinea.”Ricardo López Murphy”, informaba La Nación (23/8), “economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), dio una nueva señal de acercamiento a la Alianza UCR-Frepaso, al sostener que la posición económica tomada por ese agrupamiento ayudará a mejorar la calidad de vida del país”. Fiel, recordémoslo, representa a la burguesía argentina más estrechamente ligada al capital extranjero y tiene una posición ‘extremista’ en materia de flexibilidad laboral, porque propugna que desaparezcan los sindicatos e incluso las comisiones internas y que los contratos de trabajo sean individuales. López Murphy se ha destacado, además, por abogar por ‘reformas políticas’, como la abolición de la filiación partidaria, de modo que cualquiera que cuente con financiamiento empresario pueda conquistar cargos políticos.


Todo lo que De Gennaro encontró para responder a esta realidad fue decir, en la entrevista de La Razón, que “Si creen (los de la Alianza) que es inevitable que todo acuerdo se deba cerrar con el Consejo Empresario Argentino (CEA) o la Unión Industrial Argentina (UIA), estoy seguro de que servirá muy poco para sacarnos de la postración y de la crisis”. Como se ve, De Gennaro reconoce todo y oculta más. Porque de lo que se trata es de romper con los representantes políticos de la gran patronal y construir una alternativa de la clase obrera.


Pero es precisamente con este De Gennaro que el PC y Patria Libre acaban de consumar una ‘lista única’ para la próxima elección de la CTA. Es decir que la Triple Alianza se amplía cada día más, hacia la derecha y hacia la izquierda. Para encubrir esta absorción política del PC y de PL, De Gennaro asegura que “no saldrá ningún apoyo orgánico (para las elecciones parlamentarias) a nadie”. ¿Pero qué clase de alternativa puede representar una Central que parte de que la Alianza “abre un posibilidad de cambio”? ¿Qué clase de democracia sindical representa una Central que elige su dirección por medio de‘listas únicas’? Cuando más trata de diferenciarse de la burocrática CGT empresaria, la burocracia de la CTA se le parece cada vez más.


El FMI anuncia tormentas


Mientras menemistas y aliancistas prodigan seguridades a diestra y siniestra sobre el ‘mantenimiento de la estabilidad’, los pronósticos meteorológicos del FMI anuncian otra cosa.


Y con motivo. El viernes pasado, el Banco Central de Brasil tuvo que salir a vender dólares cuando el techo de la banda cambiaria del real amenaza romper la cotización de 1.09 por dólar. En esa semana, habían salido 300 millones de dólares. Apenas unas horas antes, el director gerente del FMI había advertido que “Brasil precisa fortalecer su posición de cuenta corriente”. En las recetas clásicas, esto sólo puede conseguirse por medio de una recesión o de una devaluación. Para frenar la salida de capitales, el miércoles Brasil va a lanzar títulos en dólares por valor de 2 mil millones de dólares (O Estado de Sao Paulo, 23/8).


Pero en los primeros 15 días de agosto, los Fondos que negocian con títulos públicos tuvieron retiros netos del orden de los 3 mil millones, algo que se explica porque la Bolsa brasileña viene cayendo en forma continua, al punto que los Fondos han tenido una desvalorización promedio del 9.7 por ciento (25/8). Según un analista (Folha de Sao Paulo, 24/8), “el mercado anda medio desconfiado por el énfasis que puso el Banco Central en declararse‘pragmático y flexible’ en relación a la política cambiaria”. Con una percepción análoga, el otro diario paulista dice que “el Banco Central (puede)ajustar sus metas a las nuevas condiciones de la economía” (22/8), o sea, al déficit de su balance de pagos. Ahora se ha venido a saber que la deuda externa de Brasil a mediano plazo no tiene nada de mediano, esto porque hay una cláusula en los contratos que “trae una opción para liquidar la deuda con anticipación” (Fernando Bracher, ex presidente del Banco Central, en O Estado, 20/8).


Pero es precisamente por el temor a una crisis en Brasil que el FMI exige que la Argentina destine el producido de la privatización del Banco Hipotecario a un”Fondo Anticrisis”, para salvar bancos. La Fundación Capital, del candidato menemista Redrado, estimó en 8 mil millones de dólares el dinero que necesitaría ese Fondo. Cualquiera sabe, sin embargo, que en una crisis nadie pone plata para salvar a un banco destinado a quebrar. Por estos mismos motivos, Menem y Roque Fernández quieren extender el IVA a la salud, a la educación y al transporte; para que nosotros les paguemos SU crisis.


Es que además de un ‘déficit mellizo’ de 10.000 millones de dólares cada uno (fiscal y de pagos), la situación de los bancos no es tan buena como se viene publicitando. Un estudio de dos economistas del Frepaso acaba de mostrar que la cartera irregular alcanzaba al 24% de los créditos a diciembre pasado, y que sólo el 75% de ella se encontraba previsionada (El Economista, 22/8). Los bancos, sin embargo, no cuentan con seguros contra una devaluación, que es lo que llevó a la quiebra a la mitad de la banca de Tailandia en las últimas semanas. El estudio no dice, lamentablemente, cuánto dinero tienen los bancos invertido en la Bolsa, lo que podría ser mortal en caso de una nueva crisis bursátil o cambiaria.


Pero lo que mejor prueba que el horno no está para bollos son los siguientes titulares. “Presupuesto: caminando por la cornisa” (Juan Alemann en La Razón, 25/8); “Aparecen nubarrones en el horizonte” (del eterno optimista Juan Carlos Casas, La Prensa, 24/8); “Brusco ascenso del déficit” (La Nación, 23/8); “El déficit fiscal y la vulnerabilidad externa” (Miguel Broda, El Cronista, 25/8).


Hay que romper con la Alianza patronal


Mientras las patronales se preparan para enfrentar la nueva etapa del derrumbe financiero, descargando los costos sobre los trabajadores, los ménemo-duhaldistas y los machineístas arrullan al pueblo con cantitos de estabilidad. Esta es la patraña que secundan los burócratas de la CGT, de la CTA y del MTA, secundados a su vez por los izquierdistas que se alían a ellos en función de ‘listas únicas’, de Mesas destinadas a desviar la lucha detrás de la‘opción’ falsamente opositora. La obligación de un dirigente obrero es hoy romper con las expresiones políticas patronales y construir una alternativa independiente de la clase obrera.