En Formosa, nuestra campaña también registra un progreso. Armamos una fuerte agitación en el centro, con nuestros materiales. Recorrimos Pirané, incluidas sus zonas rurales, junto a los jóvenes de la Fuba que realizaron una pasantía con actividades de formación junto a un sector del Movimiento Campesino de Formosa (Mocafor).

Un dato relevante de la elección es la deserción del cura Nazar, que en las últimas elecciones obtuvo un 10% de los votos al frente de una lista opositora al justicialismo. Esta vez habrá sólo cinco boletas en el cuarto oscuro: dos lemas peronistas, dos lemas radicales, y la boleta del PO. El desafío es desarrollar, con la fuerza de los trabajadores y el pueblo de Formosa, una alternativa a Insfrán y al enorme aparato de punteros de la provincia, que se plante en los barrios, los lugares de trabajo y de estudio.

En nuestra campaña electoral, logramos instalar un eje: el problema de los 100.000 jóvenes que en los últimos diez años dejaron la provincia por falta de oportunidades laborales. Esta sangría es la demostración de la quiebra de un régimen que no ofrece nada a la juventud, y que se complementa con la expulsión de campesinos e indígenas de sus tierras, y un avance sojero que termina en la destrucción masiva de fuentes de empleo en el campo. Planteamos una salida: generación de puestos de trabajo a partir de un plan de viviendas e infraestructura en favor de las necesidades populares, y garantizando un salario igual a la canasta familiar.

Entablamos también una polémica pública con los voceros del gobierno, rechazando enérgicamente la instalación de una planta nuclear en la provincia, el proyecto Caren 4, que generaría un enorme riesgo para la población provincial. Con una fuerte militancia de la juventud, vamos por el objetivo de los 7.000 votos para pasar la interna proscriptiva de agosto y para pelear por diputados y legisladores del Partido Obrero en octubre.