Políticas
24/10/2024
En la Argentina de Milei un cuarto de los jóvenes es indigente
El gobierno profundiza la línea de precarización laboral y de ataque a la educación pública.
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Juventud sin trabajo y precarizada.
Un reciente informe, en base a datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, arroja que uno de cada cuatro jóvenes se encuentra en la indigencia: un número que aumentó 7,2 puntos porcentuales en los últimos seis meses bajo el gobierno de Javier Milei. El gobierno que ajusta a la educación pública es también responsable de socavar las condiciones materiales de millones de jóvenes, que no llegan siquiera a alimentarse correctamente.
El estudio fue realizado por el Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), teniendo en cuenta la situación del mercado laboral y la pobreza en el país, atendiendo a la población de entre 14 y 29 años que el Indec establece dentro de los parámetros de juventud.
El espectro de jóvenes considerados alcanza al 24,5% (7,258 millones de personas) de la población total y si bien es representado por un 51% de varones y 49% de mujeres se advierten grave persistencia en cuanto a la caída de la empleabilidad en las segundas, con un 34% contra el 45,2% en los hombres, dando cuenta de una brecha de género que desde el gobierno se empeñan en negar.
Estos resultados se dan en el cuadro de que el gobierno ataca a la juventud trabajadora y estudiantil por todos los flancos.
Por un lado, avanzando en la reforma laboral antiobrera que extiende el régimen de precarización y flexibilización laboral, formalizando el trabajo no registrad como regla, que padecen particularmente millones de jóvenes, por salarios de pobreza.
Por el otro, atacando a la educación pública en todos sus niveles, vaciando y liquidando las condiciones de estudio y las becas necesarias para cubrir gastos que sobrepasan los menguados ingresos de una población golpeada por el ajuste, la suba de las tarifas y el transporte, la disparada de los alquileres y un largo etcétera de aumentos.
El informe de la UBA señala que sufren más la pobreza que el promedio de la sociedad, con indicadores de pobreza que en los últimos años no bajan de una brecha superior de 6 puntos porcentuales sobre el promedio nacional e pobres, llegando actualmente al 62% entre los jóvenes.
Este resultado es consecuencias de las políticas sistemáticas de precarización laboran en la juventud, con empleos fuera de convenio y/o no registrados, y condiciones laborales devaluadas: todo lo que la reforma laboral que defienden Milei y Cristina Kirchner viene a profundizar. Sumado al crecimiento del desempleo, los despidos y el congelamiento de los programas sociales y becas.
Cabe recordar que otro informe reciente daba cuenta de que la mitad de los estudiantes universitarios son pobres, convalidando esta realidad donde la formación superior se encuentra subordinada a la existencia material de los estudiantes y a su posibilidad de conciliar sus ingresos con una educación que tiene sus costos y tiempos.
En este marco, el ataque de Milei a la educación superior implica un bloqueo a la posibilidad de obtener una mejora de las juventudes en su formación profesional e inserción laboral, incluso en un marco donde no hay ninguna garantía de ascenso social, producto de las políticas sistemáticas y ajustadoras de los gobiernos capitalistas que han servido a “proletariza” la mayoría de las actividades profesionales, devaluando los salarios y los títulos de grado.
Esto se ve expresado en la lucha de las y los trabajadores de la Salud, y de residentes y concurrentes de CABA, entre otros.
Para salir de esta situación hay que derrotar la política de ajuste del gobierno nacional, apoyando las luchas en curso, particularmente la lucha estudiantil contra el ajuste en las universidades, para lo cual la consigna “Fuera Milei” cumple el propósito de unificar todos los reclamos detrás de una salida inmediata para ponerle un freno a esta situación y dar paso a una salida de los trabajadores y explotados.