Políticas

28/1/2015|1348

“En la crisis, el empresario se olvida totalmente del laburante que les hizo ganar millones”

Entrevista a S.M, trabajador en lucha de IMPSA Mendoza

¿Cómo arranca el conflicto?


Meses atrás la empresa decide comenzar con las suspensiones, diciendo que están sufriendo una crisis. La empresa y el sindicato llegan a un acuerdo que consistía, supuestamente, en suspensiones rotativas con el pago del 48% del sueldo y, además, no se nos tocaban ninguno de los ítems por productividad, ni la antigüedad.


No estaba en nuestras intenciones recurrir a ninguna medida, ni de prepotear, ni de llegar a ningún conflicto, siempre que se respetara el convenio. Con el paso de las quincenas pudimos comprobar que no se estaba cumpliendo con lo que se había pactado. IMPSA es una empresa multimillonaria, que ha hecho mucha plata y que a nosotros nos ha tirado dos mangos, y ahora quiere hacernos socios de la crisis y que también la paguemos.


¿Cuáles son los reclamos salariales que se incumplieron?


Se nos está adeudando la segunda quincena de diciembre y la primera de enero, además de que nos están haciendo descuentos sobre los días suspendidos, así como de los ítems de pago por productividad, presentismo y antigüedad.


Ya desde hace un tiempo venimos a tomar medidas dentro de la empresa para que se respetara lo pactado, siempre mostrando que nuestra intención no es el conflicto sino que es trabajar y que se pague lo acordado. Pero la empresa nos termina llevando a la situación de conflicto.


¿Cuál fue la reacción de la empresa ante las medidas que empezaron a tomar?


Nos intento persuadir para que no tomáramos ninguna medida de fuerza. Ya que la gran mayoría de los trabajadores demostraban su unidad en cada medida y terminaban arrancándole el reclamo.


Mediante los supervisores y algunos delegados. Se nos empezó a rotar de horarios para no poder coordinar. Hasta se nos mandó a llamar al grupo de compañeros que siempre estamos en los reclamos, para una entrevista en la que estaba parte de la comisión directiva de la empresa, donde nos mostraron por primera vez cual era el convenio que se había firmado en la subsecretaria.


Ahí pudimos darnos cuenta de que el convenio no era tal cual se nos había dicho desde un principio, sino que el mismo dejaba mucho a la libre interpretación de la empresa y en perjuicio del trabajador.


¿La empresa y el sindicato negaron el acceso al acuerdo? ¿Ustedes creen que hubo complicidad?


No podemos asegurar que hubo negativa, ya que nosotros nos confiamos en la buena fe de ellos. Y tampoco podemos asegurar que hubo complicidad por parte del sindicato, o si simplemente fue una avivada de la empresa. Pero, mediante nuestro reclamo, se llegó a un acuerdo de que se volvieran a juntar los abogados de la empresa y sindicato. Lo cual hasta ahora no se cumplió.


¿Cual ha sido la repuesta de los delegados y del sindicato ante esto?


Y en un principio los delegados no querían salir a la lucha, intentaban persuadir para que no hubiera conflicto. Pero la actitud de la empresa es insostenible, ya que no sólo se atrasa con los pagos y nos realiza descuentos, sino que también nos hostiga constantemente mediante sus supervisores. Es por eso que, desde nuestro grupo, empezamos a llamar a una medida de fuerza por fuera de lo que es sindicato.


¿Cómo han tomado los compañeros estos incumplimientos por parte de la empresa y la ausencia del sindicato?


Entre los laburantes hay mucha unidad. Sabemos que la empresa es capaz de cualquier cosa, hasta el punto tal que nos descontó a todos un aporte para recaudar 10.000 pesos para un compañero nuestro que sufre cáncer, pero que todavía no ha recibido un peso de lo recaudado. A pesar de que le reclamamos al sindicato que interviniera, todavía el compañero sigue sin percibir un mango.


Más allá de este hostigamiento constante, y del intento de persuadirnos, logramos realizar una asamblea donde se decidió una medida de fuerza: llevar el reclamo a la Subsecretaria de Trabajo. De esta medida iban a poder participar los compañeros del turno mañana, con apoyo del sindicato, además de los restantes turnos tarde y noche. Al principio, se intentó desligar de esto al sindicato, diciendo que si algún trabajador del turno de la mañana adhería al reclamo, lo hacía autoconvocándose y sin el apoyo de la UOM. Hubo una negativa constante por parte de los delegados de tomar el reclamo y enfrentar a la patronal.


Esto no nos logró bloquear, sacamos la medida adelante y la UOM se tuvo que hacer cargo del reclamo, reconocer la medida y apoyar a todos los turnos con la representación correspondiente. Hoy hay una ánimo importante de los compañeros para llevar la lucha hasta el final, más allá de que todos sabemos que el bolsillo empieza a apretar en un momento, por ahora las medidas de fuerza van para rato.


¿Hubo una reunión entre la patronal y sindicato?, ¿qué novedades surgieron?


La única novedad es que la empresa está llamando a familiares de los trabajares para apretarlos para que se presenten el lunes a laburar. Siguen en la misma línea del hostigamiento, pero hasta tanto no se solucione la situación de todos, no va a trabajar nadie, porque sólo manteniéndonos unidos como hasta ahora es cómo podremos lograr que la patronal de una respuesta a la lucha. Ya nos estamos organizando para los días que vienen por delante. Ahora sí con el apoyo legal de la UOM, la cual se tuvo que poner junto a nosotros en estas medidas.


¿Cuál es tu mensaje para los demás trabajadores del sector y otros gremios?


Que la unidad de los trabajadores es fundamental para lograr conseguir el triunfo en las luchas y en el día a día. Que no hay que ponerse la camiseta de la empresa, porque en estos momentos de crisis, el empresario se olvida totalmente del laburante que les hizo ganar millones.


Y con respecto a los demás gremios, llamamos a todos los que no sean burócratas sindicales acompañarnos en esta lucha, porque necesitamos de todos para poder salir adelante, que se haga aún más visible nuestro justo reclamo.