El lunes 24 de julio comenzó a sesionar la Convención Constituyente de La Rioja. Lo hizo ante el repudio de una movilización convocada por trabajadores estatales agremiados en ATE, el Polo Obrero, y las organizaciones políticas de izquierda Partido Obrero y el MST.

El gobernador Ricardo Quintela viene siguiendo los pasos de su par jujeño Gerardo Morales. La mayoría oficialista (27 de los 36 constituyentes) fue obtenida a través de elecciones amañadas, pegando la elección de constituyente a las elecciones generales en las que el oficialismo presentó más de 40 colectoras. Tampoco existe un proyecto claro de cuáles serán las modificaciones a realizarse.

El gobierno provincial buscó todo este tiempo embellecer la convocatoria diciendo que la reforma busca garantizar, por ejemplo, el acceso al agua, la soberanía alimentaria, el derecho a la educación. Sin profundizar, tras más de 40 años de gobierno del PJ podemos afirmar que hoy en la provincia el acceso al agua solo está garantizando para los terratenientes amigos del poder, la pobreza alcanza a más del 40% de los riojanos, y La Rioja tiene uno de los salarios docentes más bajos del país.

La pregunta sería, entonces: ¿es posible que el gobierno ahora se preocupe por cambiar esta orientación e intente garantizar estos derechos? En realidad, Quintela y los intereses sociales a los que responde busca profundizar esta política de ajuste, saqueo y represión.

Quintela hace tiempo quiere declarar a la educación servicio esencial para quitar el derecho de los docentes a hacer paro. Es importante destacar que durante la pandemia los diputados del radicalismo (en Juntos por el Cambio) presentaron un proyecto en esta línea.

De la misma manera, es conocido que al gobierno le interesa ser parte del negocio del litio y en esa línea de saqueo entrega el agua a los negociados internacionales. Recordemos que el justicialista Quintela, el radical Morales y el cristinista Wado de Pedro viajaron en octubre del año pasado a Estados Unidos para ofrecer los salares a las mineras yanquis. En febrero de este año el gobierno provincial firmó un acuerdo con Mekorot, una empresa israelí denunciada hasta por la ONU por no garantizar el derecho al acceso al agua a palestinos.

Sobre la soberanía alimentaria basta mencionar que Quintela es un aplaudidor de los acuerdos devaluadores firmados por Massa y el FMI, que son pagados con inflación, tarifazos, bajos salarios y el hambre del pueblo.

A todo esto, la oposición solo se dedica a denunciar que Quintela busca con esta reforma perpetuarse en el poder, pero calla sobre las demás intenciones del mandatario provincial; ya que, como quedó demostrado en Jujuy donde votaron juntos la reforma reaccionaria de Morales, Juntos por el Cambio y el PJ comparten una misma política.

Es necesario impulsar una gran deliberación en el pueblo trabajador riojano, recogiendo las enseñanzas de la lucha en defensa del agua y nuestras riquezas naturales, como lo fue la del Famatina, y la rebelión del pueblo jujeño. Tenemos que rechazar toda reforma reaccionaria y reforzar la organización por nuestros derechos.

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