Políticas

24/6/2005|905

En la Universidad de las madres: Aplausos para el Frente 100×100

"¿Para qué queremos a Alicia Castro?"

La mesa redonda realizada en la Universidad de las Madres el pasado martes 21 fue un termómetro de la sensibilidad del llamado “público de izquierda” en relación con la cuestión del frente. Organizada por el periodista Herman Schiller, participaron de la mesa “Vigencia de Marx en la Argentina” José Schulman, por el PC; Christian Castillo, por el PTS, y Marcelo Ramal, por el PO.


La introducción de Schiller reseñó algunos datos biográficos de Marx, con énfasis en el contenido del Manifiesto Comunista y en la formación de la Liga de los Comunistas. Castillo abrió la mesa reseñando la creciente gravitación sociológica de la clase obrera a lo largo del desarrollo capitalista. Ramal planteó que “La vigencia de Marx hoy” es, en definitiva, la cuestión de la vigencia histórica de la revolución socialista, planteo al cual ha renunciado gran parte de la izquierda, en especial aquella que en el pasado había defendido al “socialismo real”. Desarrollamos la cuestión de la pauperización de las masas como rasgo característico de la presente etapa de crisis capitalista, lo que incorpora a la lucha por una salida obrera y socialista a las más amplias capas de explotados. La experiencia de la bancarrota capitalista argentina, el Argentinazo y la “recuperación” son una clara expresión de ello. Llamamos a constituir un polo político de la izquierda y los luchadores que combata al polo nacionalista de contenido capitalista. Ramal cerró su intervención haciendo referencia a la introducción del presentador: “Con el Manifiesto y la Liga de los Comunistas, Marx declaró históricamente agotadas las posibilidades de una perspectiva en común con los Chacho Alvarez, Alicia Castro y Mario Cafiero de su época”.


El orador del PC dedicó la mayor parte de su intervención a exaltar a las revoluciones cubana y venezolana y, finalmente, a destacar la “vigencia en China de un comunismo que quiere superar al estatismo”. Por último, reivindicó a Alicia Castro y Mario Cafiero como “aliados para una construcción en común”.


No es un secreto que el público que concurre habitualmente a las actividades de la Universidad de las Madres —y particularmente a este ciclo— tiene simpatías con el castrismo, con el partido comunista y con Izquierda Unida. Pero la reivindicación de Castro y de Cafiero fue recibida con notoria frialdad. En la segunda ronda, Schulman procuró justificar su posición en la “fuerte fragmentación social” de la Argentina, que tornaba “estrecha” a la “perspectiva de un frente puramente obrero”. Ramal rebatió, en primer lugar, la reivindicación de China, planteando que la cuestión no es discurrir respecto de la existencia o no de un sector estatal de la economía, sino determinar al servicio de qué relaciones sociales se encuentra el mismo. Notoriamente, las estatales chinas son caballos de Troya de la penetración del gran capital imperialista. Ingresando al debate sobre Argentina, Ramal señaló que ya el movimiento piquetero fue el mejor ejemplo de que la franja desocupada o subocupada de la clase obrera deliberó, luchó y se organizó con un programa de reivindicaciones obreras y de ataque al gran capital. Sin duda que el agrupamiento político de los que estuvieron en las ANT, en las plazas del 20 de diciembre o del 24 de marzo, convocaría a muchos trabajadores y clase media empobrecida que han votado en el pasado por los partidos del régimen, señaló Ramal. “Pero ¿qué tiene que ver eso con que entreguemos nuestra fuerza militante y nuestras organizaciones al servicio de algunos políticos sin partido, sin votos y con una perspectiva hostil a todos los explotados? Con Alicia Castro se podrán hacer actos de campaña en distintos lugares. Pero tengan la seguridad que hay un lugar donde no podrán hacer campaña, ese lugar es el Aeroparque”.


Una persona del público interrumpió a Ramal: “Entonces, ¿para qué la queremos, por qué no hacemos el frente nosotros?”. “De eso se trata, de un frente ciento por ciento de izquierda”.


Fuertes aplausos cerraron esta reivindicación del “Frente cien por cien”.