Mariel Fernandez, la intendenta de Moreno del Movimiento Evita, asumió su segundo mandato en el distrito. La jura se trató de un acto político que quiso mostrar un apoyo del pueblo de Moreno pero fue una movilización raquítica de pequeñas delegaciones que no llegó a copar la plaza.

Estuvo presente todo el arco de los movimientos sociales y sindicales oficialistas: la CCC, Agrupación 1945, La Cámpora, Frente Renovador, Ateneo Néstor Kirchner, Somos, Somos Moreno, Movimiento Evita, la 29 de Mayo, las conducciones de los gremios de la CTA, Suteba, ATE, CGT, y también representantes de la Iglesia Católica, bomberos, policías y algunos dirigentes políticos como Walter Correa, ministro de Trabajo de la provincia. Entre los inesperados estuvo Libres del Sur, que tuvo su propia lista en las últimas elecciones y ha formado parte de la Unidad Piquetera que luchó durante todo el gobierno de Alberto Fernández.

El discurso de jura de la intendenta enfatizó su ligazón con la Iglesia Católica, e insistió sobre la pesada herencia que dejaron Macri y Vidal por la deuda con el FMI, ocultando que el Frente de Todos (ahora Unión por la Patria) gobernó durante cuatro años con acuerdos con ese organismo y aplicó el ajuste para pagar esa deuda, dejando a la Argentina con más de 40% de pobres y una altísima inflación.

Frente a las medidas anunciadas por Milei y Caputo dijo que la crisis no la van a terminar pagando los ricos sino los más humildes y los trabajadores, pero ella misma se encargó de que los salarios municipales en estos cuatro años siempre queden por debajo de la inflación, y ahora atará las tasas municipales a la evolución del IPC golpeando fuerte los bolsillos de los morenenses; mientras favorece con negociados a grandes empresas, terratenientes y capitalistas del distrito.

Por eso solo plantea “la esperanza” de volver a ser gobierno nacional, y mientras tanto “enfrentar las políticas neoliberales haciendo ollas populares, de la misma manera que lo hicieron en la pandemia”. En ningún momento llamó a salir a luchar en defensa de los derechos de las mujeres, disidencias, de los trabajadores, de los jubilados. Con esa orientación le dan gobernabilidad a Milei y permitirían la avanzada contra los trabajadores.

En este momento lo que hace falta es que las centrales obreras llamen a un paro nacional en defensa de los puestos de trabajo y del brutal golpazo contra la clase trabajadora, y organizarnos en asambleas con los trabajadores municipales para hacerle frente también al ajuste de Mariel. ¡Que la crisis la paguen los capitalistas! Marchemos con el Frente Piquetero Nacional y el sindicalismo combativo del 20 de diciembre contra de las medidas ajustadoras de Milei.

https://prensaobrera.com/politicas/el-eje-de-la-masacre-social-son-los-salarios-y-jubilaciones

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