Empresarios de supermercados de Córdoba reconocen que hay desabastecimiento de algunos productos y una suba en los precios. Por los motivos mencionados, se realizó una reunión de diferentes cámaras empresariales y el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas.

Según La Voz del Interior, al ministro le “informaron que llegan listas de precios con ajustes superiores a los autorizados por la Nación”. La citada fuente también informa que “los empresarios aseguraron estar recibiendo listas de precios con ajustes por encima de los autorizados por la Secretaría de Comercio, como también modificaciones en los etiquetados de productos, códigos de barras, agregados de aditivos y suplementos, que modifican la composición de los productos y sus precios”.

Hay que tener en cuenta que el pasado mes de enero se registraron aumentos de precios en productos de consumo doméstico, es decir se continúa con un ascenso de la inflación. En este marco el gobierno prorrogó el esquema de Precios Máximos hasta el 31 de marzo, con el fin de intentar contener la inflación, aunque dejó planteado empezar a excluir algunos productos.

En ese sentido, “la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, había admitido en la semana que la política de Precios Máximos no podía continuar para siempre”, de acuerdo a una nota publicada en La Nueva Mañana. La declaración se da en momentos en que los capitalistas decidieron no esperar a que se haga efectiva la declaración de la citada funcionaria.

Por eso, en góndolas de supermercados de Córdoba existen faltas de productos, aun cuando se registra una caída del consumo en productos básicos como alimentos y bebidas del orden del 2,7%, si se hace una comparación interanual. Además, se aceleró en los dos últimos meses la remarcación de precios y, por lo tanto, la carestía dio un nuevo salto.

Víctor Palpacelli, de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba, declaró a radio Mitre Córdoba que el desabastecimiento de algunos productos como “aceites, mayonesa, aderezos, algunos enlatados, galletas, es producto de lo que está negociando la industria con el gobierno por Precios Máximos”.

En tanto que el vicepresidente de la Unión Industrial de Córdoba declaró a la misma fuente que la situación está tergiversada, que “en determinadas coyunturas es necesario contener precios, y como no se puede lograr desde la oferta se genera un programa para determinado grupo de productos acordados. Desde la industria lechera acompañaríamos si las medidas fueran similares a subsidios para ciertos sectores. Debe ser para que los sectores de menores ingresos accedan a ciertos productos de consumo cotidiano, no de esta manera”.

Sin embargo, el desabastecimiento de algunos productos en los supermercados es una expresión de una agudización de la crisis, la cual viene siendo descargada sobre las familias trabajadoras, más allá del programa de Precios Máximos. El esquema de Precios Máximos es prisionero de contradicciones insuperables, que dan cuenta que las medidas del gobierno no contienen efectivamente la remarcación de precios, sino que están al servicio de rescatar y preservar las bases económicas y sociales vigentes.

Cabe recordar que el esquema de Precios Máximos rige para artículos de las góndolas de supermercados y comercios minoristas, pero no incluye a las materias primas y productos frescos. Por eso el gobierno improvisó un programa de cortes de carne a precios menores, que se mostró insuficiente, tardío y de mala calidad, en varios centros de expendio en Córdoba.

Además, la autorización del aumento de las naftas revela el control trucho por parte del gobierno, porque hay que tener en cuenta que las sucesivas subas en el precio de combustibles tienen un impacto en toda la cadena de precios.

La defensa del bolsillo de las familias trabajadoras pasa en primer lugar por recuperar el poder adquisitivo del salario y jubilaciones, como parte de un programa de transformación social dirigido por el conjunto del movimiento obrero y popular.