Un grupo de patoteros atacó el pasado 9 de julio la movilización de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad. No es la primera vez que ocurre: también en el pasado, bajo el gobierno de CFK, la policía reprimió a la Comisión.

 

Fiel a su tradición de movilización, este 9 de julio del Bicentenario, la Comisión de Familiares irrumpió en la avenida donde se realizaba el desfile, portando una enorme bandera y fotos que daban cuenta de algunos de los centenares de casos impunes, y con carteles que exigían justicia por Paulina, sobreseimiento ya a “Pepe” Kobak y los hermanos Navarro, libertad para Belén, entre otros.

 

El público aplaudía la columna de la Comisión de Familiares y cantaba “se va a acabar la impunidad en Tucumán”, cuando un grupo de punteros “organizadores”, procuraron pararnos. Los apoyó la policía, que hizo un cordón bloqueando la continuidad de la marcha. E incluso amenazaron con un desalojo a manos de la Gendarmería.

 

Todo un operativo para impedir que se visibilizaran los casos impunes, mientras simultáneamente desfilaban los ex militares del Operativo Independencia.  

 

Los hechos rápidamente se viralizaron en las redes y cobraron repercusión en algunos medios.

 

Con respecto al repudio provocado por el desfile de represores del Operativo Independencia, el Secretario General de la Gobernación, Pablo Yedlín, sostuvo que dicho operativo fue apenas una intervención ‘exagerada’ de las fuerzas represivas contra los grupos subversivos, y no parte de un plan sistemático de exterminio.

 

Más que nunca la lucha contra la impunidad de ayer y de hoy está vigente, y es una lucha que opone a las víctimas de la impunidad con la política de los Alperovich, los Manzur y los Macri.