Según algunas informaciones, con la creación de Enarsa Kirchner estaría dando un paso necesario para conformar una alianza conti­nental con la venezolana PDVSA. Sin embargo, la novísima creación kirchnerista es una versión empe­orada de la PDVSA dirigida por los gerentes privatistas que armaron el sabotaje petrolero contra Chávez. Efectivamente, éstos dirigían la empresa como un coto cerrado, rechazando cualquier injerencia de los organismos del Estado (al­go que Kirchner asegura, por ley, a los gerentes de Enarsa), y favo­recían la privatización petrolera. Incluso, fugaban ingentes fondos mediante lo que daban por llamar “inversiones externas" de PDVSA, que de esta forma no ingresaba a Venezuela las divisas obtenidas de las exportaciones. Esta posibilidad de fugar capitales, por la misma vía, también está contemplada en la ley que da nacimiento a Enarsa No en vano, en un reportaje, su presidente repite en varias oportu­nidades que la empresa está auto­rizada a ‘actuar fuera de la Argen­tina' (idem).