Políticas

19/10/2017

Encuestas por Maldonado: las métricas del encubrimiento

@_santigr


No habían pasado 24 horas del descubrimiento de un cuerpo en las aguas del Río Chubut, a trescientos metros de donde se produjo la represión contra la comunidad de Pu Lof Cushamen, y que se especula podría ser el cuerpo de Santiago Maldonado, y el gobierno lanzó una encuesta telefónica en la provincia de Buenos Aires para medir las repercusiones.


 


La responsabilidad de la Gendarmería, del pueblo mapuche y del gobierno son parte del cuestionario telefónico difundido durante el día de ayer. Inlcuso se interroga sobre la posibilidad de que el cuerpo haya sido plantado allí y quiénes podrían haber sido los responsables de esa maniobra.


 



 


El objetivo indisimulado de la encuesta es indagar sobre el impacto electoral del hallazgo y de la actuación del gobierno frente al caso Maldonado. “¿Cómo evalúa el desempeño del gobierno?”, “De cara al domingo ¿modificarías tu voto?” o “¿A quién beneficia el hallazgo del cuerpo?” son algunas de las preguntas. 


 


Según escribe Julio Blanck en Clarín (19/10), "el 79% de los consultados afirmó estar al tanto de la desaparición del artesano; de ellos, el 86% dijo que el cuerpo hallado es el de Santiago Maldonado. En ese mismo universo, para el 73% lo mató la Gendarmería. Sólo el 12% respondió que los últimos sucesos podrían hacerle cambiar el voto. Última pregunta: ¿a quién beneficia el hallazgo del cuerpo? Respuestas: 35% al gobierno, 40% a la oposición, 25% a ´otros´, innominados". 


 


No es la primera vez que el gobierno recurre a las encuestas para medir la instalación del caso Maldonado. Las luces de alerta se encendieron en el gabinete a principios del mes pasado, al comprobar, a través de sus focus group, la enorme penetración del caso entre la población, consistente con la enorme concentración del 1 de septiembre en Plaza de Mayo y del pico de menciones en las redes sociales. En ese momento, la estrategia del gobierno viró a la "hipótesis" de que un puñado de gendarmes hubiera estado involucrado en lo ocurrido con Maldonado, en un intento por cortar la cadena de responsabilidades políticas y preservar a la plana mayor del ministerio de Seguridad, es decir a Patricia Bullrich y su segundo, Pablo Noceti.


 


Lo que emerge de esto es prueba de la miserable manipulación desarrollada desde el poder político.


 


El gobierno cerró filas con la Gendarmería, por encima de cualquier evidencia, para sostener la militarización de la Patagonia en defensa de los intereses de los Benetton, los Lewis, Chevron y las mineras.


 


El encubrimiento alcanza las dimensiones de una conspiración política organizada desde el Estado. Se sabe ahora que, mientras el gobierno sostenía que no había pruebas de que Maldonado hubiera estado en Lof Cushamen, la Gendarmería ocultaba fotografías que probaban la presencia de Santiago en ese lugar durante la represión.


 


Lo ocurrido con Santiago Maldonado fue, en cualquier alternativa, el resultado de la acción represiva que desarrollaron los gendarmes aquel 1 de agosto, tanto en la ruta 40 como durante su intrusión en territorio de la comunidad mapuche. 


 


Sin embargo, el pensamiento oficial lo expresó sin filtros la candidata a diputada nacional del gobierno en la ciudad de Buenos Aires, Elisa Carrió, en el debate de candidatos porteños -dijo que Santiago estaba en Chile con el grupo RAM-  y su posterior comentario en el programa de los Leuco, donde comparó el cuerpo hallado en el río con el de Walt Disney


 


Pese al descomunal operativo de encubrimiento oficial y de la "cadena nacional" de difamaciones de TN-Clarín y La Nación, la movilización popular y la enérgica lucha de sus familiares va creando una conciencia sobre las verdaderas responsabilidades del caso y eso preocupa al gobierno.


 


He ahí el motivo por el que no paran de encargar encuestas sobre el tema.