Políticas
27/9/2017
¿"Entrenamiento para el Trabajo"? No, fraude y precarización laboral
En Neuquén, los estudiantes trabajan para empresa de transporte público por $3.600 mensuales.

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Diputada del Frente de Izquierda y candidata a Concejala
El municipio de Neuquén Capital –gobernado por Horacio “Pechi” Quiroga, de Cambiemos–, la Secretaría de Trabajo de la provincia y la Delegación Neuquén del Ministerio de Trabajo suscribieron el convenio "Entrenamiento para el Trabajo", un régimen de pasantías rentadas por el cual 84 estudiantes de 18 a 24 años, realizarán pasantías por media jornada en la empresa de transporte público Autobuses Santa Fe (ex Indalo), por la suma de $3.600. El Estado Nacional se hará cargo de la mitad de las remuneraciones.
Las y los estudiantes estarán sometidos a un trabajo polifuncional, desarrollando tareas que van desde la mecánica hasta la limpieza. Un régimen similar se replica en empresas como Balbi, Grido, Cimalco y Starbucks, permitiendo a las empresas usar estudiantes como trabajadores a un costo laboral inferior al del resto de su plantel, y a la vez, despedirlos en cualquier momento sin indemnización.
El convenio "Entrenamiento para el trabajo" constituye una reforma laboral y educativa que beneficia a uno de los principales grupos empresariales de la ciudad. El único beneficiario será la patronal de Autobuses Santa fe, que además de recibir subsidios y condonaciones impositivas, aumentará su tasa de beneficio a costa de la precarización de la juventud.
Se trata de la reforma laboral en marcha bajo la forma de prácticas laborales-educativas o “formación profesional”, con el cuento de que la juventud no consigue trabajo por falta de “calificación”.
La lucha contra este tipo de atropellos a la educación y a las condiciones laborales cuenta con antecedentes en todos los gobiernos anteriores. En los años 90 y 2000, los estudiantes de las escuelas técnicas denunciaban los programas de pasantías como un fraude laboral en beneficio de las petroleras. Veinte años después, las escuelas técnicas se encuentran en una profunda carencia de sus condiciones en los talleres, material didáctico, informático, etc. Lo mismo ocurre con los secundarios comunes, nocturnos o los llamados centros de formación profesional.
No existen parámetros académicos o pedagógicos que sustenten estas pasantías rentadas, empezando porque las tareas de los pasantes no están vinculadas a la especificidad de su carrera sino a la necesidad de los empresarios, reciclando el plantel.
Los gobiernos del MPN y de Cambiemos –a nivel municipal y nacional– deben rendir cuenta de esta ofensiva flexibilizadora a través del sistema educativo.
Desde la bancada del Frente de Izquierda presentamos un proyecto reclamando un informe sobre este convenio.
Los estudiantes de la Ciudad de Buenos Aires que ocuparon sus escuelas y se movilizaron masivamente para defender su educación marcaron el rumbo. Nos pronunciamos por pasantías realmente formativas, con salarios de convenio y todos los derechos. Llamamos a estudiantes y trabajadores de la educación a unificar la lucha contra esta reforma laboral y educativa que tiene por objetivo utilizar a la juventud como mano de obra precarizada.