Políticas
24/10/2024
Es ahora: el 9 a Parque Lezama para que se vaya Milei
Un gobierno de los capitalistas intolerable para la inmensa mayoría de la población.
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Fuera Milei.
La situación política de Argentina concentra una serie de hechos cuyo desenlace augura fuertes convulsiones.
Lo más concentrado de la clase capitalista en el Coloquio de Idea recibió a Milei con bombos y platillos sin que en sus debates y en el temario del encuentro apareciera la realidad lacerante que viven decenas de millones de personas. ¿Qué festejan los capitalistas? Que Milei no vacila en hundir a los jubilados, a las universidades, a la salud pública para liberar fondos para el pago de la deuda usuraria -así pueden iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento que luego trasladarán sobre el pueblo argentino-, y para darles prebendas a ellos.
Las patronales fueron a celebrar que tienen un presidente que fue adelante con una reforma laboral que facilita los despidos, la dictadura patronal en los lugares de trabajo, la superexplotación. Han apreciado que tienen en la Casa Rosada un servil funcionario, que no teme hacer el trabajo sucio y, para más, cuenta para esta tarea con el apoyo de la oposición parlamentaria y la burocracia sindical. Por eso se engolosinaron y se preguntan “si no es ahora ¿cuándo?”, para ir todavía más a fondo en este ataque a los trabajadores.
Pero no todas son rosas. La economía está parada, el consumo cae fuertemente, las reservas del Banco Central no aseguran la capacidad de pago de los compromisos de deuda y por lo tanto el fantasma del default sobrevuela. La primavera financiera tiene sus límites, está alimentada por el carry trade que ofrece negocios fabulosos a los especuladores, además la abundancia de dólares en los bancos como resultado del blanqueo tiene aún un destino incierto.
Por eso el mismo gobierno se queja. Los aplausos no vienen acompañados de lo más importante: inversiones. En principio porque la capacidad ociosa de las instalaciones productivas del país es enorme y la caída de las ventas muy pronunciada. Por otro lado, el cepo cambiario no habilita pasarse al dólar, repatriar utilidades o acceder a insumos importados con libertad. Milei dijo en el programa de Fantino “si me ponen la plata levantó el cepo ya”, el problema es que las inversiones no aparecen y el gobierno busca fondos frescos para un mayor endeudamiento –que podría venir a través de programas del Banco Mundial con fines específicos y de algún Repo-, es decir, más nafta a la crisis de la deuda; sin embargo esto no aleja el reclamo de levantar el cepo y la posibilidad de una devaluación que dispare la inflación. Por ahora, el propio FMI presiona por un ajuste cambiario para renovar vieja deuda.
Repudio y lucha
A pesar de que pretendan ignorar la parte sustancial de la realidad, el Coloquio de Idea tuvo en sus puertas una manifestación masiva de estudiantes y docentes que fueron hasta el lujoso hotel donde se juntaron a expresar el repudio a Milei por su guerra contra el pueblo trabajador.
La lucha universitaria resultado del ahogo presupuestario –y por lo tanto de la política de guerra de Milei- se ha extendido luego del veto presidencial a todos los rincones del país, y ha puesto de manifiesto un movimiento enorme de lucha con los estudiantes y docentes como protagonistas tomando facultades, en asambleas casi permanentes, haciendo paros y movilizando sus recursos. A Milei el cumpleaños -el pasado martes 22- al grito de “universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode” se lo “celebraron” los docentes y estudiantes que estaban dando clases públicas en la Plaza de Mayo –más de 120 clases organizadas por la AGD-UBA. La lucha universitaria empalma con el debate del presupuesto, en el cual Milei quiere ir a fondo con una “motosierra-deep” y reducir las partidas universitarias a la mitad. Difícil que logren cerrar el conflicto: sobran razones y hay un movimiento estudiantil que superó la parálisis a la que lo sometieron las burocracias radical-peronista.
A los estudiantes y docentes se les sumó en la Plaza de Mayo la marcha de los trabajadores del Garrahan –que vienen con un plan de lucha por el salario-, de los residentes, de los despedidos del Posadas frente a la masacre en la salud pública. No muy lejos de allí, miles de trabajadores de la AFIP deliberaban en asambleas y decidían medidas de fuerza contra una rebaja salarial y posibles miles de despidos.
La lucha universitaria expresa un hecho que les preocupa: el creciente rechazo a Milei está poniendo en cuestión su capital político del cual hace alarde: poder atacar al pueblo sin que este le quite el apoyo. El repudio a Milei tiene bases concretas y se extiende en millones de víctimas: jubilados con el aumento vetado y sin medicamentos; seis millones de nuevos pobres y 4 millones de nuevos indigentes en solo seis meses; comedores populares sin comida; despidos en la actividad privada y en el Estado; cuentapropistas arruinados; universidad pública sin recursos, docentes con sueldos miserables; cierre de hospitales, trabajadores de la salud bajo la línea de pobreza; renuncias de docentes y profesionales por la miseria salarial; represión con palos, gas pimienta y hasta la cárcel; persecución a las organizaciones de lucha; criminalización de la protesta.
Hay una certeza que crece: la persistencia del gobierno de Milei es una carga imposible de llevar para la inmensa mayoría de la población. Además las consecuencias van a ser irreversibles para el país y para quienes habitan en él.
¿Enderezar al peronismo?
La oposición patronal afronta el conjunto de esta situación encerrada en su propio laberinto: apoyar el ataque a los trabajadores, a los jubilados, a los estudiantes porque es la exigencia de los capitalistas y perder aún más de la autoridad deteriorada que ya tiene sobre su electorado y el conjunto de la población por los 40 años de gobiernos que hundieron al país.
El PRO se divide entre la ilusión de un acuerdo con Milei –que nunca llega- que lo asocie a la gestión del gobierno y la evidencia de que el liberfacho va por todo a fagocitárselo.
El radicalismo acaba de consagrar una quiebra de su bloque en la Cámara de Diputados con 12 de sus 34 miembros armando rancho aparte. La excusa de la ruptura es la presencia en el bloque de los cinco diputados que acompañaron los vetos de Milei; la fractura es la punta de un iceberg, la discusión del presupuesto y los acuerdos que los gobernadores lleguen por la suya con Milei abrirán nuevas crisis.
El problema central está en el peronismo, y es de alcance profundo. El peronismo es uno de los principales partidos políticos de la Argentina, nuclea no solo diputados, senadores, gobernadores, también dirigentes sindicales, de movimientos sociales, de universidades, centros de estudiantes, etc. Cristina Fernández de Kirchner se ha propuesto la tarea de “enderezar” el peronismo bajo su conducción. ¿Qué significa esto? Establecer una polarización con Milei que le permita recoger el repudio creciente a este pero dando garantías a la clase capitalista de que no va a tocar las conquistas que esta obtuvo con el liberfacho. Por eso se declara partidaria de la reforma laboral, por eso ataca a la docencia y a los movimientos sociales, por eso defiende el equilibrio fiscal –o sea la motosierra- y por eso insiste en la necesidad de que se aseguren los recursos para cumplir con el pago a los acreedores. En síntesis, Cristina quiere ser la oposición al gobierno sosteniendo planteos antiobreros para tranquilizar a los capitalistas. Lo de Cristina no son palabras, son hechos: el kirchnerismo juega el papel de bloquear las reacciones de los trabajadores, de los estudiantes porque –como dijo Máximo- no hay que patalear, que el gobierno siga con lo suyo porque lo asiste el “derecho constitucional” y prepararse para el 2025-27.
Mientras Milei celebra la polarización con CFK, el peronismo y el kirchnerismo se dividen desafiando la autoridad de la propia Cristina y armando un bloque que contempla a los aliados directos de Milei –Jaldo, Jalil, Sáenz, Daer, Andrés Rodríguez, etc.-. Incluso se metió en la interna a respaldar a Cristina el “extrapartidario” Juan Grabois, autoproclamado candidato a diputados en el medio de la rebelión universitaria. Kicillof se coloca en el medio pidiendo la unidad de todos.
El 9 a Parque Lezama, a las 16:00
Para el pueblo agredido por Milei, para los trabajadores, para el activismo que lucha, para la base militante de La Cámpora o de Patria Grande, la interna peronista es una trampa mortal. Hay que pasarle de largo.
A todos los llamamos a sumarse a una fuerte campaña para organizar la derrota del gobierno, que solo puede partir de defender e impulsar las luchas, de impulsar la intervención de los trabajadores por la propia y con sus métodos –la huelga general-, de agitar fuertemente que la lucha contra Milei es ahora y no cuando haya avanzado con daños irreversibles.
A levantar un programa de salida para poner fin al saqueo capitalista de la Argentina, cesando con el pago de la deuda externa fraudulenta, nacionalizando el sistema bancario y el comercio exterior. Para asegurar un salario igual al costo de la canasta familiar y jubilaciones del 82% móvil, triplicar los presupuestos de salud y educación, prohibir los despidos y repartir las horas de trabajo sin afectar el salario. Esta tarea solo la pueden llevar adelante los trabajadores.
Al servicio de esto esta nuestra gran agitación bajo el lema “Fuera Milei”, con los actos y charlas en todo el país y con el acto central en Parque Lezama este 9 de noviembre.
“Fuera Milei”, huelga general, gobierno de los trabajadores.