Luego del escándalo de los sobreprecios de barbijos, el gobierno pagó $1.080 por cada máscara facial que no cumple medidas de bioseguridad.

El escándalo se desató porque, según los funcionarios porteños, en un comunicado firmado por Laura Cordero subsecretaria de Atención Hospitalaria, estas "máscaras faciales" fueron donaciones. Pero los enfermeros del hospital Sardá acercaron los remitos que fueron enviados a sus hospitales junto a un lote de 400 láminas faciales, y allí claramente se establece que el valor declarado es de $ 432.000. Esto huele a podrido, y más luego de los casos de sobreprecios en la compra de barbijos y alquiler de hoteles para hospedar a los repatriados, con el agravante de que en las contrataciones había familiares de Larreta y de su jefe de gabinete, Felipe Miguel. 

Durante la sesión legislativa de este jueves 7, donde se votó la ley de emergencia económica de características antiobreras, el legislador Gabriel Solano se manifestó contra estas láminas que distribuye el gobierno en los hospitales: "desafío a Larreta a que se ponga esa máscara y vaya a hisopar a un paciente que posiblemente tiene Covid-19”. El legislador apuntó a que los propios trabajadores reclamaban por la inseguridad que genera atender con esas láminas sujetadas con dos bandas elásticas. 

Mientras tanto, desde que comenzó la pandemia, los trabajadores de salud realizan asambleas por EPP e insumos de bioseguridad. Incluso ayer hubo una jornada nacional de lucha de profesionales por el bono y los elementos de bioseguridad.