Escobar: son todos Niembro y Boudou
A casi diez días de las elecciones generales, se ha abierto en nuestro distrito una gigantesca crisis política.
En primer lugar, el candidato a concejal Walter Gutiérrez, que lleva como candidato a intendente a Leandro Costa, del PRO, renunció a la lista denunciando aprietes y amenazas de su propio espacio, e incluso que fue obligado a firmar un pagaré por 300.000 pesos para ocupar un lugar en la lista.
En segundo lugar, a pocas horas del escándalo del PRO, el candidato a concejal por UNA (Massa), Ramón Peñalva, que postula a Luis Carranza -candidato a intendente por el FpV- presentó su renuncia denunciando que existe un acuerdo entre el intendente Sujarchuk y Carranza. Por ese motivo, ninguno de los dos asistió al debate entre candidatos a intendente aunque públicamente habían confirmado su participación. Incluso fue más lejos: afirmó que el propio Carranza le dijo que “la intensidad de la campaña bajó porque había arreglado con Sujarchuk”. Al momento de escribir estas líneas, nos llega la información que otro concejal de Massa (Horacio Coronel) renunció alegando, como Peñalva, un acuerdo entre el FpV y el UNA.
El escándalo no sólo salpica a la oposición, también golpea al oficialismo. El senador Roberto Costa (padre de Leandro) acaba de radicar una denuncia contra Sujarchuk por malversación de fondos públicos y asociación ilícita, un presunto desvío de fondos para financiar su campaña electoral. El dinero provendría del Ministerio de Acción Social que conduce Alicia Kirchner, uno de los pilares fundamentales de la candidatura de Sujarchuk. Los cruces al interior del oficialismo son tan evidentes que hasta Cristina Kirchner, de visita por el distrito, tuvo que llamar a la calma ante la chiflatina dirigida a Sandro Guzmán, que presidió un acto con… Sujarchuk. El intento por colocar a quien seguramente será el próximo intendente del distrito como el “cambio” choca con una realidad evidente: media docena de los candidatos de Sujarchuk son ex funcionarios del gobierno de Guzmán.
El Frente de Izquierda denuncia que los “carpetazos”, tanto del oficialismo como de la oposición, son la expresión más cabal del derrumbe de los “candidatos del ajuste”, atravesados por corruptelas de todo tipo. Se trata ni más ni menos que la compra de voluntades con dinero del Estado. Detrás de las denuncias cruzadas y sus choques interiores, a Scioli, Macri y Massa los une un objetivo común: llevar a cabo un ajuste contra el pueblo trabajador. Llamamos al conjunto de la población a sacar estas conclusiones, al darle la espalda a los ajustadores y garantizar un voto masivo al Frente de Izquierda.