En la última sesión de la Cámara de Diputados salteña, el diputado del PO Claudio Del Plá presentó un proyecto de repudio a la Iglesia católica por su encubrimiento en el caso del sacerdote José Carlos Aguilera, que fue rechazado por los bloques que dominan la Legislatura provincial.

Aguilera está actualmente bajo juicio por abuso sexual; en ese proceso, el arzobispo provincial Mario Cargnello se ha negado a entregar a la justicia las actas del proceso eclesiástico realizado al sacerdote, amparándose en un Concordato firmado en 1966 entre la institución y la dictadura de Onganía.

Ante el rechazo al proyecto, Del Plá realizó una contundente intervención, denunciando que se trataba de “una actitud cómplice, tan cómplice como la de la jerarquía de la Iglesia: la Cámara se somete a ella como se someten todas las instituciones del Estado” y preguntándose “¿qué clase de representación democrática del pueblo es una Cámara de Diputados que no se anima a pronunciarse?”

 

El referente del PO recordó que “en el caso Aguilera, tenemos como declarante al intendente de Campo Santo, que dice que se conocían los casos, que él fue a hablar con el monseñor y tampoco atendieron la denuncia. Y a la fiscal del caso dice que Aguilera debe ir preso [actualmente tiene prisión domiciliaria] porque es miembro de una institución que está entorpeciendo la investigación”. Y enfatizó: “ahora que se animan las víctimas a denunciar, porque se ha puesto sobre la mesa en Argentina y en el mundo la existencia de estos casos de manera sistemática y extendida, y llegan por fin a la justicia penal, la Iglesia dice que no va a colaborar. Es una conducta encubridora que alcanza a toda la jerarquía de la Iglesia”.

 

A su turno, Del Plá hizo referencia al encubrimiento en la causa penal que se libra contra otro abusador, el entonces sacerdote Emilio Lamas, en el cual la Iglesia también se ha negado a entregar las actas. La justicia pidió frente a ello allanar el Arzobispado, pero la pesquisa nunca se produjo. Y destacó que “la madre de la víctima había ido a hablar con el monseñor, que terminó acusando a la víctima en lugar de investigar”.

Como balance, señaló que “esto simplemente termina de confirmar que tenemos un Estado en su conjunto sometido a una institución reaccionaria”, recordó que en la provincia “se le entrega sistémicamente patrimonio estatal, con el voto de los diputados, con el que hace grandes negocios”.

Como perspectiva, Del Plá marcó que “la batalla por separar a la iglesia del Estado es una batalla que está asociada a que se termine la impunidad de sus miembros de la iglesia, que se termine el encubrimiento brutal. Por una sociedad organizada sobre la base de personas libres, con acceso al conocimiento y a la ciencia, que se levante la tutela de la Iglesia sobre los contenidos de la educación y tengamos educación sexual y científica en las escuelas. Esta es una batalla madre para que se abran paso los derechos de los jóvenes, de las mujeres y la libertad”.

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