Políticas

20/11/2008|1064

Esteban Echeverría: Gray ordena disparar contra la juventud

En un acto en Monte Grande, con motivo de la entrega de 20 nuevos patrulleros a la policía local, el intendente Fernando Gray se manifestó en favor del proyecto de Scioli de bajar la edad de imputabilidad de los menores. Haciéndose eco de la rabiosa campaña derechista que pretende responsabilizar a la juventud por los delitos, el “renovador” kirchnerista se suma al reclamo de más comisarías y de una mayor militarización de las calles. Su objetivo es fortalecer el “control social” de la población y preservar los negocios delictivos.

El 28 de octubre, el Concejo Deliberante de Esteban Echeverría había votado la “emergencia” en materia de seguridad por un año.

Gray vociferó durante toda la campaña electoral por “los derechos humanos”, pero nunca hizo nada. Una movilización del Polo Obrero y del Frente Darío Santillan le reclamó hace unos meses su pronunciamiento en favor de la reapertura de la causa que reclama el juicio y castigo por la muerte del joven Javier Barrionuevo, luchador asesinado por un hombre llamado Bogado, ligado al ex intendente Groppi. Gray arrugó en nombre de que el pedido “sólo puede hacerlo la familia de la víctima”.

El pedido de bajar la edad de imputabilidad de los menores viene acompañado del desplazamiento de la Gendarmería en las calles y barrios. El “derechohumanista” Gray omite que un trabajador ferroviario fue asesinado en la estación de Monte Grande luego de ser torturado por un grupo de personas que incluía a dos gendarmes.

Gray se realinea con Scioli y termina su corto periplo “nacional y popular”. Vuelve a su pasado de dirigente de la Ucedé y luego duhaldista. Marca un hito más en el “fin de fiesta” de la “renovación” kirchnerista en la zona sur.

El Partido Obrero señala el peligro de las declaraciones del intendente. Es un acto de irresponsabilidad que abre en el distrito el libre accionar de quienes ya se han mostrado incapaces de garantizar la seguridad de la población. Las fuerzas de seguridad son cómplices, garantes y protagonistas del delito y la inseguridad.

En un cuadro de creciente movilización popular por las reivindicaciones insatisfechas en el distrito y de un inusual protagonismo de la juventud en los barrios y en el movimiento estudiantil secundario, plasmado en las luchas de este año, la “emergencia en seguridad” actúa como un factor de intimidación al pueblo y en especial a los jóvenes que se organizan. Es necesario el impulso de una asamblea popular que discuta una salida política a los problemas planteados en Esteban Echeverría.